Las dificultades que los venezolanos confrontan para conseguir una larga lista de medicamentos, están obligándolos a buscar alternativas para tratar de aliviar o hacer desaparecer determinados males en la salud.
Para muchos, ante la desesperación de no poder ubicar fórmulas médicas para la tensión, dolores musculares, afecciones respiratorias o estomacales, hasta para el corazón y el cáncer, muchas personas están recurriendo a las hierbas consideradas medicinales.
En El Manteco, en la inmediaciones de la iglesia El Cristo, en la carrera 23, los últimos meses han proliferado las ventas de hierbas, algunas en plena vía pública y otras en negocios debidamente establecidos.
“Como no conseguimos medicinas tenemos que curarnos con plantas medicinales, que también son buenas, hasta para la chikunguña, y más baratas”, dice Aura Cortez, quien lleva más de 40 comercializando esos productos naturales en la zona de El Manteco.
Pero aclara que hay que tener mucho cuidado con lo que se toma porque no todo tipo de hierba es medicinal.
Asegura que se curó de la chikunguña con las tomas que preparó con unas “ramas”, aunque no reveló cuales fueron las utilizadas.
Damelis y Raúl Mercado también llevan años dedicados al comercio de hierbas medicinales en la calle 31 con 22, y por lo tanto tienen conocimiento de cada una de las que sirven para determinada enfermedad.
Por ejemplo, refiere, la manzanilla es un buen relajante, la ruda sirve como oxigenante del cerebro, la yerbabuena para los problemas del estómago, el dividive para curar heridas y la utilizan también para evitar la caída del cabello; la verbena para la fiebre, el malojillo se utiliza para la tos, la gripe y el estómago. La salsaparrilla es recomendada en la eliminación de cálculos en los riñones y otras afecciones de ese órgano, la moringa, con diversas aplicaciones, y también el oreganón y la cola de caballo.
Raúl Mercado también advierte sobre el peligro que se corre cuando una persona prepara bebidas con ciertas hierbas que, supuestamente, son medicinales.
Admite un incremento de las personas que acuden a sus puestos en busca de determinadas plantas consideradas medicinales o eficientes en la cura de enfermedades.
“Y por el camino que vamos tendremos que seguir curándonos con monte, como antes, porque medicinas no se consiguen y el gobierno no hace nada para solucionar el problema”, expresó una mujer que acudió en busca de unas ramitas de una de las especies consideradas hasta milagrosas.