El fiscal que dio curso a la denuncia de su fallecido colega Alberto Nisman contra la presidenta argentina Cristina Fernández por supuesto encubrimiento de los sospechosos de un atentado en 1994 afirmó el jueves que no le mueve ningún interés político.
El fiscal Gerardo Pollicita dijo que lo que le pretende es que la justicia investigue si las acusaciones de Nisman tienen validez, para que se conozca la verdad y por «el bien» de la mandataria y de los otros acusados y de la sociedad argentina en su conjunto.
«No hay ningún tipo de interés político (en que se abra una investigación); no gano nada generando un escándalo, lo que yo pido es que se investigue en el marco de un proceso con todas las garantías de la ley… en beneficio de todos», sostuvo en declaraciones al canal Todo Noticias.
Pollicita apeló el miércoles un fallo del juez federal Daniel Rafecas que días atrás afirmó que la denuncia que Nisman hizo el 14 de enero contra la mandataria carecía de indicios o pruebas.
En su apelación, Pollicita volvió a avalar la denuncia del fallecido fiscal, tal como lo había hecho días atrás, y señaló que la decisión del magistrado de desecharla fue «prematura».
Nisman fue encontrado muerto en su departamento cuatro días después de presentar la denuncia más grave que haya recibido Fernández. El canciller Héctor Timerman, un diputado oficialista, dos supuestos espías, un referente de la comunidad iraní en Argentina y dirigentes sociales afines al oficialismo también fueron acusados de participar en el plan para encubrir a los ocho iraníes supuestamente responsables del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que causó 85 muertos.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó en tanto a periodistas que la apelación de Pollicita es «insuficiente, muy endeble y muy liviana», y confió en que la justicia termine respaldando la posición del juez Rafecas.
El fiscal ante la Cámara Federal de Apelaciones de Buenos Aires deberá analizar próximamente la apelación de Pollicita y si le da vía libre, ese tribunal será el que tenga la última palabra sobre la viabilidad de la denuncia de Nisman.
La acusación del investigador contra Fernández recrudeció el enfrentamiento del gobierno con sectores de la justicia que, según la mandataria, buscan desestabilizar su gobierno.
