Hace diez años, cuando Guaros de Lara se encaminaba a su primera final de LPB, un nativo de Baltimore, Marcus Hatten, solía compenetrarse con el público tras cada canasto y celebrar en la grada una vez que se conseguía la victoria.
En 2015, otro oriundo de esa ciudad de Maryland, Kim English, disfruta de la gran arrancada que ha tenido el equipo (6-2) y de la atmósfera del Domo Bolivariano, que a casa llena hace rememorar aquellos años de gloria.
“Ha sido absolutamente maravilloso jugar ante estos aficionados”, dice el jugador de 26 años de edad, quien ya tiene la experiencia de haber jugado en la NBA con los Pistons de Detroit (2012-2013) y en importantes equipos en Europa como el Montepaschi Siena (Italia) o Roanne, Sluc Nancy y Cholet Basket en Francia.
“Es lo mejor que he vivido desde mis tiempos en la universidad (Missouri/NCAA), donde jugaba ante 15 mil espectadores en cada juego. En la NBA el gimnasio estaba vacío en Detroit, en Italia y Francia la asistencia era aceptable, pero esta atmósfera es la mejor en la que he jugado en mucho tiempo”, afirmó.
Cree que en la barrida ante Cocodrilos de Caracas, el pasado fin de semana, la clave estuvo en que “sus importados jugaron demasiados minutos y tenemos muy buenos jugadores venezolanos.
Los minutos que ellos nos dan son importantísimos. Ellos lideran el equipo y Devin (Green) y yo sólo tapamos huecos y tratamos de ayudar”, analiza con humildad, pese a ser colíder anotador del equipo (15.1 puntos por juego) junto a Heissler Guillent.
A su juicio, el camino al éxito empieza con “la defensa”.
“A medida que mejor defendemos, será más fácil atacar en transición. Es difícil hacerlo si solo sacas pelotas de tu propia cesta. Honestamente, es por eso que nuestro enfoque principal está en la zona defensiva”.
En el triunfo dominical contra los saurios (88-72), Guaros tuvo hasta seis jugadores con diez o más puntos, algo que le alegra.
“Tenemos tantas armas que confiamos en nuestra ofensiva. Si estamos logrando hacer buenos tiros, o podemos atacar con Gregory (Echenique) en el poste o podemos anotar con Luis (Bethelmy) en el pase y tiro, no nos importa si la bola entra o no, porque eventualmente pasará”.
Incluso considera que esa forma de ganar, con juego colectivo ayuda en otros aspectos.
“Cuando anotamos así, eso construye buena química y es divertido cuando en un equipo cada jugador está trabajando para que el compañero también anote. Pasamos de un posible buen tiro, a un mejor tiro y de allí hasta lograr el mejor tiro”.
No se emociona demasiado por la barrida previa porque, ganar en el Domo, es algo que siempre espera hacer.
“Ahora toca tratar de robarnos un par de juegos en la carretera. Estoy feliz por el modo en el que jugamos y eso fue otro paso en la dirección correcta. Ahora estamos aprendiendo el personal que tiene (Trotamundos) y construiremos nuestro plan de juego entre mañana (hoy) y el viernes. Por ahora se trata de mantenemos fuertes y en nuestro ritmo”.
