Con la confrontación entre usted y los educadores estadales perdemos todos.
Pierden los estudiantes porque muchos dias quedan sin instructores ya que están ausentes luchando por sus reivindicaciones.
Pierden los educadores porque además de perder derechos adquiridos legalmente, pierden la energía y creatividad que deberian estar íntegramente enfocadas en el proceso de enseñanza, en asambleas, manifestaciones y actividades de reclamos laborales que le restan dedicacion a sus alumnos.
Pierde el estado Lara porque en lugar de contar con la mejor educación del país, se encuentra cuestionada debido al clima de conflictividad innecesario. No puede haber progreso sin educación de calidad y el estado progresista que deseamos debe enarbolar la bandera de una excelente educación para el progreso, contando con maestros satisfechos que cumplen con su labor de enseñantes; con escuelas e instalaciones en óptimas condiciones; y con una esmerada atención a los educandos larenses.
Pierde usted, porque su discurso de conciliación y tolerancia queda cuestionado al confrontar con pugnacidad a un importante sector de la sociedad y también cuestiona su excelente formación como abogado de la República al obviar el principio legal laboral que establece que ningún trabajador puede ser desmejorado en sus condiciones de trabajo, y que un contrato tiene fuerza de ley, por lo que debe ser respetado y honrado.
Pierde la oposición en general, porque usted es un importante personaje que es fiel de la balanza en la actual situación de la política nacional y su actuación ponderada es absolutamente indispensable para el equilibrio no sólo en el estado Lara, sino tal vez en el pais, dada su proyeccion nacional.
Pierde el Gobierno nacional, porque usted ha sido reconocido por el Presidente como el único politico de oposición con quien puede relacionarse el gobierno central, y por lo tanto necesita de su equilibrio y prestigio para poder tener canales de entendimiento y comunicación.
Pierde Venezuela, porque el éxito y acierto de su gestion, lo acreditarían para optar a altos destinos en la conducción del país, y la atención deficiente al sector educativo no sería una credencial digna de esgrimir como logro en un siglo en el cual el conocimiento y la formación académica son el motor del desarrollo y progreso de las naciones.
El estado Lara necesita de su ponderada conducción, necesita de sus buenos maestros, necesita excelentes estudiantes para que el progreso no se limite a obras públicas.
Por esas razones le pido, Gobernador, que su proyecto para Lara no se estanque en una diferencia personal con dirigentes que no comparten sus puntos de vista. Ese es el grave problema de la dirigencia nacional y si usted tiene la habilidad de colocarse por encima de esas diferencias personales en pro del verdadero objetivo que debe ser una educación de primera para los larenses, todos ganaremos. Es la recomendable receta de ganar-ganar y usted, al ser la maxima autoridad, es quien debe tomar la iniciativa para resolver una tormenta en un vaso de agua, sabiendo anteponer los objetivos superiores a las posiciones personales. Gracias por su atención.