La iglesia colonial de Bobare, donde se veneraba un lienzo con la imagen de la Virgen de Guadalupe, la patrona del poblado, continúa cerrada como medida de prevención ante su avanzado deterioro.
¿Será que van a esperar que se caiga para hacer algo por ella?, se preguntó Guadalupe Sira, devota mariana que durante años estuvo acudiendo al templo para cumplir con sus compromisos católicos.
Se trata de un inmueble religioso construido allá por el año 1733 por los indios Gayones a instancia de fray Salvador de Cádiz, quien llegó a esa zona desde España con el propósito de evangelizar a la población.
Con respecto al lienzo de la Guadalupe, Luis Alfredo Gil, cronista de la parrquia Águedo Felipe Alvarado, refirió que llegó en el año 1664, junto con otros dos que permanecen en Carrizales, Falcón, y en Guadalupe, municipio Jiménez.
Gil es uno de los habitantes de Bobare que desde antes del 2007, cuando fue clausurada, ha hecho múltiples gestiones ante organismos municipales, regionales y nacionales para que se proceda a su recuperación.
El templo fue cerrado al detectarse graves fallas en el techo de la nave principal cuyas vigas están rotas por el tiempo allí colocadas y por las filtraciones que también han afectado las paredes.
Entre los organismos a los que ha acudido la comunidad figuran la Universidad Central de Venezuela y el ministerio de Cultura y Patrimonio Histórico.
Dijo que el ministro Faruco Sesto está en conocimiento del problema pero allí han alegado no disponer de recursos para una obra de restauración de esa naturaleza.
“Aquí todo el mundo ha venido a ver y a levantar informes pero nadie hace nada. Pienso que la comunidad debe actuar para llamar la atención sobre lo que significa la destrucción de ese patrimonio histórico”, dijo Guadalupe Sira.
Gil recuerda que el 8 de agosto de 1960 el templo fue declarado patrimonio histórico nacional y por lo tanto el Estado debe gestionar su recuperación.
El 30 de agosto es el día dedicado en Bobare a la Virgen de Guadalupe, pero a raíz del problema no se celebra desde hace unos cinco años y los oficios religiosos se cumplen en la sede de la casa parroquial.
“Tenemos que salvar la iglesita y volver a celebrar las fiestas en honor a la patrona, que eran muy buenas”, manifestó por su parte Dolores Giménez, devoto de la virgen, quien aún las recuerda.
Como ellos existen numerosos pobladores dispuestos a iniciar una cruzada para llamar la atención sobre el peligro de que, con las lluvias, se termine de desplomar el techo del histórico recinto religioso.
Fotos: Luis Salazar y archivo