Desde tempranas horas de este miércoles, habitantes de las comunidades del norte de la ciudad, cerraron la intercomunal Cují – Tamaca, para protestar por la falta de agua. Hecho que ocasionó caos vehicular y molestias entre algunos transeúntes.
Frases como “El presidente de Hidrolara es un mentiroso”, “Estamos cansados de escuchar palabras, queremos hechos”, “Ya no aguantamos más esta situación”, se escuchaban entre los vecinos quienes alegaron que los urbanismos El Cardonal, Caserío Yucatán, San Roque, 13 y 14 de junio, Las Llanadas, entre otros, tienen más de seis meses sin el vital líquido.
Habitantes de la zona, indicaron que en reiteradas oportunidades han acudido hasta la sede de la hidrológica para plantear la situación que los afecta y no han obtenido una solución al respecto.
Al parecer, las tuberías que surten sus comunidades están en “pésimas condiciones” y no han sido sustituidas desde hace años. Esta situación ha propiciado que cuando surten el agua al sector, esta se desborda por los orificios presentes en los acueductos y no llega hasta sus viviendas.
Además de ello, los residentes alegaron que parte de esta problemática ha sido ocasionada porque las autoridades a cargo, han hecho tomas en las tuberías matrices para surtir los nuevos urbanismos construidos en el sector.
“Ya estamos cansados de hacer reportes en Hidrolara, de hablar con diferentes ingenieros y todos nos toman el pelo. Jean Moreno nos mandó a decir con uno de sus trabajadores que vendría a conversar con nosotros y aún no se ha presentado. Esto es una burla para nosotros”, dijo uno de los entrevistados.
Otro, manifestó su preocupación. “La mayoría de los que estamos protestando ya no tenemos dinero para continuar pagando los camiones cisternas. Quienes prestan este servicio en la zona se aprovechan de nuestra necesidad para cobrarnos sumas impagables. ¿Cómo hacemos para bañarnos, para cocinar, para lavar y para atender todas las necesidades del hogar si no tenemos agua?”.
Los afectados hicieron un llamado al gobernador Henri Falcón y al alcalde del municipio iribarren, Alfredo Ramos, para que atiendan su exigencia cuanto antes. Indicaron que si no les solventan esta situación, continuarán con las acciones de calle.
Acotaron que más de 1.000 personas se ven perjudicadas al no disponer de este importante recurso.
La Sábila también tomó la vía
De igual forma, habitantes de La Sábila decidieron cerrar la misma arteria vial para protestar por el incremento del servicio que prestan los camiones cisterna.
Los vecinos explicaron que este urbanismo no cuenta con el suministro de agua, motivo por el cual más de 5.000 familias se ven en la obligación de comprar el vital líquido en un llenadero privado, ubicado dentro de la urbanización.
Sin embargo, aseguraron que su propietario aumenta el costo del llenado todos los días. “Aquí no hay Ley, la gente hace y deshace sin freno alguno. Queremos agua pero no estamos dispuestos a pagar exorbitantes sumas de dinero por ello”, expresó una de las afectadas.
Ellos también exhortaron a las autoridades competentes para que les ayuden a resolver esta situación.