El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas informó que la próxima semana viajará a Caracas una comisión integrada por los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador para revisar la situación y hablar con el gobierno venezolano tras la detención del alcalde opositor de Caracas, Antonio Ledezma.
Al término de dicho viaje se buscará una cumbre extraordinaria de cancilleres para recibir el informe y discutir salidas al problema venezolano.
Ante los señalamientos de tibieza del bloque Unasur, el secretario general Ernesto Samper dijo en entrevista con Caracol Radio que el papel de la organización no es intervenir o emitir calificaciones sobre el país sudamericano, sino velar porque «las instituciones de derecho en Venezuela sigan funcionando».
No obstante, Brasil y Colombia expresaron su «preocupación» por la situación en Venezuela.
La OEA también dijo que la detención de Ledezma ha provocado «una fuerte alarma» por la forma en que se llevó a cabo. El secretario general del organismo José Miguel Insulza llamó a «detener los hechos que conducen a una espiral de polarización que envuelve a la sociedad venezolana» y pidió investigar las denuncias de golpe de Estado que esgrime el gobierno de Nicolás Maduro.
Ledezma fue detenido la víspera en Caracas y acusado por el presidente venezolano Nicolás Maduro de estar implicado en actividades de conspiración.
El silencio cauteloso que han mantenido en forma individual los países del continente sobre Venezuela contrastó con las exigencias del gobierno estadounidense y la inquietud expresada tanto por Brasil como por Colombia.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos expresó «preocupación» y exigió que el edil cuente con las garantías para un debido proceso. Dijo que su gobierno defiende la libertad de expresión y el diálogo con la oposición como la única forma de resolver los problemas e hizo un llamado para que se respeten los principios democráticos.
«Hemos pedido la libertad de Leopoldo López. En el caso del alcalde Antonio Ledezma, también esperamos que cuente con todas las garantías para un debido proceso», señaló.
Brasil por su parte ve con «gran preocupación la evolución de la situación», expresó en un comunicado del Ministerio de Exteriores.
Desde Estados Unidos, la portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki dijo el viernes que el gobierno venezolano «ha escalado en su intimidación a los líderes opositores. Los problemas de los venezolanos no se resolverán criminalizando a los disidentes».
El Departamento de Estado dijo que había un plan para trasladar al opositor Leopoldo López desde la cárcel militar donde está recluido desde hace más de un año «hacia un lugar desconocido». También el expresidente Bill Clinton, escribió en su cuenta de Twitter que «Leopoldo López y el resto de presos políticos deben ser liberados sin demora».
La organización no gubernamental Human Rights Watch, con sede en Washington, exigió la liberación del líder opositor ante lo que considera una detención «arbitraria».
«Sin evidencia de la comisión de un delito, el alcalde nunca debió haber sido detenido y debería ser inmediatamente liberado. De lo contrario, estaremos ante un nuevo caso de detención arbitraria contra opositores, en un país donde no hay independencia judicial», consideró en un comunicado José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.
Para Vivanco, «el gobierno de Venezuela es responsable de la vida e integridad física del alcalde opositor Antonio Ledezma, quien habría sido detenido sin presentar orden judicial y agredido por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia».
Dentro de Colombia el opositor Partido Conservador fue más allá y exigió a Santos que convoque al consejo permanente de la OEA. En Colombia, el país vecino, la detención del alcalde opositor es tema de portada en casi todos los diarios y noticieros. Con las etiquetas #liberenALedezma y #Ledezma el tema fue ayer el tema más comentado en Colombia en la red social Twitter.