“Cuando el pobre lava, llueve”, dice el populoso refrán, para referirse a la mala suerte que tienen los desafortunados a quienes nada les sale bien. Esto parece aplicar para los vecinos de la calle 1 del primer sector de la urbanización Macías Mujica, al norte de la ciudad.
Resulta que, hace un mes, personal perteneciente a la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica) adscrita a la alcaldía del municipio Iribarren, levantó la capa asfáltica deteriorada de la calle 1 de esa urbanización con la promesa que en los días próximos, habitantes y usuarios de la zona podrían disfrutar de las renovadas condiciones del trazado.
Sin embargo, pasaron los días y, en la semana siguiente a los trabajos realizados por la empresa municipal, un conector de aguas negras de dos casas de ese lugar, se rompió, desparramando aguas negras hacia la recién “raspada” calle.
“Los huecos que dejó Emica se llenaron de aguas negras y han permanecido así desde una semana después que se rompieron las calles”, explicó Marlene Castillo, quien habita una de las residencias que se encuentran al frente del problema.
Desde ese entonces, Castillo y sus vecinas, deben soportar los malos olores que dejan las aguas negras del “cachimbo” de esas casas y, además, ven salpicados los frentes de sus residencias con el líquido que se levanta cuando carros pasan por allí.
Otras de las afectadas es Lina Méndez, quien es propietaria de una de las viviendas a la cual se le rompió el colector de aguas negras y quien, además tiene dentro de su residencia una peluquería. “Los fines de semana es horrible, todos mis clientes deben sufrir para estacionar sus carros, para bajarse de ellos y, cuando están adentro, tienen que soportar los olores de la aguas negras”, explicó Méndez.
La comerciante afectada indicó que se han hecho diversas gestiones con los dos organismos implicados en este caso, sin que ninguno de ellos haya surtido efecto, “hemos ido a Hidrolara, a la sede de la calle 42, hemos llamado por teléfono, enviado cartas, y nada; de igual forma hemos llamado a Emica, escribimos carta a la alcaldía y no ha sido posible lograr la reparación de las calles”.
Emica se lava las manos
Méndez explicó que, a principios de la semana en curso, personal de la empresa municipal habría llegado a la calle para terminar el trabajo que empezó hace un mes, “trajeron la arena, las máquinas y los obreros, pero al ver que estaba lleno de agua y que era un conector dañado, nos dijeron que no podían asfaltar”, explicó.
La arena que se llevó hasta la zona, está ubicada en el estacionamiento contiguo a la calle dañada, esperando, supuestamente, a que Hidrolara se acerque al lugar para reparar el conector.
Mientras tanto, vecinos, conductores particulares y las rutas 8 y 3, deben frenar hasta casi quedar estacionando para poder sortear las irregularidades del asfalto, al mismo tiempo aguantar la respiración para no “vomitarse” debido al olor de las cloacas.
Fotos: Edickson Durán
