Se proliferan las invasiones en el municipio Palavecino. Crecen los ranchos registrándose más de seis mil, según las últimas estimaciones de voceros gubernamentales.
Esto, por supuesto, es grave y complejo.
Para la Comisión Permanente de Ejidos y Bienes del cabildo de Cabudare, la situación con los predios abandonados del centro de la capital palavecinense, es materia inquietante.
Así lo señaló el concejal Freddy Pérez, presidente de la citada comisión.
Dijo que los terrenos baldíos en Cabudare, se encuentran dentro de la poligonal urbana y la mayoría de ellos, tienen muchísimos años sin ningún tipo de uso.
“Esto ha traído como grave consecuencia que los solares se han convertido en guarida de malandros, vertederos a cielo abierto, por estar abandonados, ociosos, sin cerca, ni ningún tipo de cuido, lo que obviamente son sujeto a utilidad de cualquier escenario”, precisó el munícipe palavecinense.
Susceptibles a invasión
Considera Pérez, que cuando un terreno exhibe esa situación, “incita a que personas teniendo el argumento o la excusa que no tienen viviendas, tomen los predios que en su mayoría son de propiedad privada”.
Al final -agrega el parlamentario local-, estos terrenos son de engorde que el municipio no pude aceptar mientras se necesitan para cumplir con una función social.
Rescate de predios
Hizo el edil un llamado a los propietarios de los solares que se encuentran dentro de la poligonal urbana, para que se pongan a derecho con la Alcaldía y les den función social, dado ya hay sentencia reiterada de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, que indican que los terrenos en abandono pierden la cualidad jurídica de propiedad privada, “es decir, todo lote que a pesar que se demuestre cadena titulativa privada, que esté dentro del área urbana, pero no cumple una función social y que tenga años en abandono, pierde automáticamente su cualidad privada y el municipio puede disponer inmediatamente de ellos como rescate legal”.
Advirtió Pérez, que los lotes abandonados en Palavecino, han conllevado a la proliferación de ranchos aunado a la indefensión existente.