La incorporación del Sistema Marginal de Administración de Divisas (Simadi), con una tasa de cambio ponderada en 174,46 Bs/$ hasta el pasado viernes, tendrá un impacto muy limitado en el comportamiento actual de la inflación y el Producto Interno Bruto (PIB).
Así lo refirió el economista Asdrúbal Oliveros, quien explica que este sistema es creado por el Gobierno en función de aliviar el problema de flujo de caja en divisas.
“Es una medida insuficiente. El Simadi no funcionará para estabilizar el tema cambiario si no toman medidas en el frente fiscal, que tiene un déficit de 20 puntos; así como también en el frente monetario, con tasas de interés negativas que no estimulan el ahorro y generan presión en la demanda de crédito”.
El director de Ecoanalítica considera que Venezuela amerita un plan integral de ajuste con medidas a corto, mediano y largo plazo. Asegura que el problema cambiario es sólo una arista de toda la problemática estructural en la economía de la Nación.
“El reto del Simadi es generar credibilidad y sostenerse en el tiempo. Hay muchas dudas y escepticismo, porque el problema es cómo garantizar la oferta de dólares para satisfacer la demanda que va tener ese sistema en medio de los desequilibrios de la economía venezolana”.
Estimó que para este 2015 se puedan vender 7.500 millones de dólares en el sistema repartidos de la siguiente forma: 2.000 millones Pdvsa; 1.500 millones el sector petrolero privado (socias de Pdvsa en las empresas mixtas); 1.000 millones vía estructuras de fondos paralelos (Fonden, Fondo Chino y Tesorería Nacional) y 3.000 millones en bonos que tiene el gobierno en posesión.
Sin embargo, se cuestionó qué pasará cuando se consuman los 7.500 millones de dólares, puesto que pudiera potenciar el mercado paralelo.
Distorsión en la economía
Al consultarle si el pronunciado margen entre la primera banda (6,30 Bs/$) y la tercera (Simadi 174,46 Bs/$) genera una distorsión en la economía, afirmó que producirá arbitraje y corrupción.
“Lo peor que hizo el Gobierno fue mantener la tasa de 6,30, además del control de precios. Estas son medidas netamente políticas para controlar los precios de alimentos y medicamentos. Esta distorsión producirá la ausencia de estos productos básicos, mientras que los productos menos prioritarios como vestidos, calzados, computadores y electrodomésticos, tasados a 170 bolívares por dólar, aparecerán en el mercado”.
En cuanto al Sicad único, ponderado en 12 bolívares, explicó que se desconoce su sistema operativo y cuáles sectores migraron desde el 6,30. “Todo lo sabremos cuando se oferte en la subasta”.
Perspectiva complicada para este 2015
Según Oliveros, el 2015 se avizora como el peor año de desempeño económico desde el 2003. Estima que en un escenario base, la inflación estaría rondando el 120 %, mientras que la economía del país reportaría un descenso del 6 %. Argumenta que para el Estado será complicado mejorar estas cifras, más aún porque con un barril tasado con un precio de 45 dólares, el país registraría un déficit de 27.000 millones de dólares en comparación al 2014.
Al preguntarle sobre la variación del Índice de Precios, respondió que “tenemos la inflación más alta del mundo (68,5 %). Se está reflejando el fracaso en las políticas económicas y el anclaje cambiario para intentar contener precios. Esta situación se agudizará este año.
Simadi debe adecuarse al mercado
Álvaro Entralgo, presidente de la Cámara de Comercio del estado Lara, opinó que la tasa de la tercera banda cambiaria se colocó en una cifra mayor a la esperada. Este sector espera el reconocimiento del precio de los productos adquiridos por esta vía.
“Nuestra ilusión era que el Simadi empezara con valor más bajo. Sin embargo tenemos que esperar su adecuación en el mercado. Su éxito dependerá de que nos dejen nacionalizar el precio de los productos adquiridos a esta tasa, de ser así se adaptarán los precios que están fuera de la normalidad y se reflejará una mayor oferta de rubros”.
Asimismo, señaló que cifra sus expectativas en el nuevo sistema cambiario para la reactivación del mercado interno y la potenciación de las empresas básicas.
“Esperemos que se sinceren los precios a fin de lograr estabilizarnos. Las empresas del Estado puedan producir y las privadas puedan contar con el inventario puntual de su materia prima. Esperamos que las divisas vayan dirigidas a las necesidades del país en función de reactivar la economía interna”.
Por otra parte, opinó que le parece incongruente la actitud del Estado en perseguir al empresariado venezolano cuando existen expectativas para este nuevo sistema económico.
“Pienso que las persecuciones forman parte del nerviosismo del Gobierno ante la crisis. Un grupo como Farmatodo, con 167 tiendas a lo largo del país, ha sido un aliado para la distribución de los productos regulados. Estas acciones son totalmente contradictorias y fuera de racionalidad”.
Holgado diferencial entre bandas
Por su parte, Giorgio Reni, presidente de la Cámara de Industriales del estado Lara, manifestó que el diferencial cambiario entre las tasas 6,30 y 174 bolívares es excesivo y puede prestarse a muchas distorsiones económicas que van desde la variación constante de precios hasta el incremento del índice inflacionario.
Refirió que “el dólar a 6,30 es una cifra irreal para la situación económica del país, cuyo mecanismo es utilizado por el Gobierno para estancar los precios de rubros de primera necesidad como alimentos y medicinas”. De acuerdo a su criterio esta tasa presagia dificultades en su acceso.
En cuanto al Simadi, opinó que el éxito de esta banda derivará de la oferta de dólares por parte del Gobierno, para que así diminuya la tasa y sean más viables las inversiones en el país. No obstante, aclaró que se enfrenta un panorama difícil, debido a que las estimaciones destacan que el país percibirá la mitad de lo ingresos en divisas obtenidas en el 2014.
No obstante, Reni destacó que el éxito de todo sistema económico corresponde a la seguridad jurídica del sector privado y el cese de las persecuciones políticas.
