El Gobierno de Venezuela anunció el martes un nuevo mecanismo que permitirá al mercado determinar el valor del dólar, flexibilizando el estricto control de más de una década y permitiendo un tipo de cambio “libre” que abre el camino a una fuerte devaluación del bolívar.
Al reabrirse un mercado legal y con oferta de dólares del Estado, las autoridades financieras proyectan que el precio del dólar paralelo puede bajar hasta un rango de 120 a 140 bolívares, dijeron fuentes cercanas a los entes reguladores.
Sin embargo, la modificación, que ocurre cuando el país petrolero enfrenta una reducción de más de la mitad de sus ingresos por el desplome de los precios del crudo, no elimina la estructura de control con varios tipos de cambio que inversionistas ven como un obstáculo al crecimiento económico.
El esquema complementará al controlado para importaciones prioritarias, con un tipo de cambio fijo de 6,3 bolívares por dólar y un mecanismo de subasta, conocido como Sicad, para asignar dólares a las empresas con una tasa de 12 bolívares que variará “progresivamente”, explicaron autoridades.
El ministro de Finanzas, Rodolfo Marco, informó que la nueva plataforma, a la que bautizó Sistema Marginal de Divisas (Simadi), comenzará a operar de forma inmediata a través de casas de bolsa, bancos y casas de cambio, y tendrán acceso empresas y personas.
“El nuevo sistema marginal de divisas es abierto, libre, donde los oferentes y los demandantes se pueden cruzar entre sí inmediatamente se publique el convenio cambiario correspondiente”, anunció Marco en una conferencia de prensa.
El ministro argumentó que el mercado es marginal porque el 70 por ciento de las necesidades de la economía venezolana serán cubiertas por el tipo de cambio más fuerte de 6,3 bolívares por dólar, que se mantiene fijo desde hace dos años, para la importación de productos esenciales como alimentos y medicinas.
Las normas se conocerán el miércoles a través de la Gaceta Oficial.
Distintas opciones
La compra y venta de dólares de forma libre no se permitía en Venezuela desde 2010, cuando el fallecido líder de la “revolución socialista” Hugo Chávez prohibió un mercado paralelo que operaban casas de bolsa y bancos a través del canje de títulos valores.
Desde entonces surgió un mercado escaso de divisas donde el precio del dólar escaló hasta llegar el martes a 186 bolívares por dólar, 30 veces por encima de la tasa oficial más económica.
El valor de ese dólar no oficial se usa como referencia en Venezuela para determinar los precios de los productos que están fuera de la regulación oficial y presiona a una inflación anual que hasta noviembre fue de 64 por ciento, en un país que entró en recesión económica en 2014.
El presidente el Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, confía en que la apertura de este tercer sistema llevará a un retroceso del precio del dólar paralelo.
“Creemos que esto va a tender a estabilizarse en un período de tiempo”, afirmó Merentes.
El Gobierno que heredó el presidente Nicolás Maduro tiene previsto tolerar que en el nuevo mecanismo cambiario se vendan dólares a más del doble de los 52 bolívares, la tasa de cambio vigente más alta, que será eliminada con este tercer mercado, dijeron fuentes del sistema financiero.
“Han dicho que están dispuestos a aceptar que el mercado abra donde está el dólar paralelo”, comentó un operador que asistió a encuentros privados con las autoridades la semana pasada.
Al reabrirse un mercado legal y con oferta de dólares del Estado, las autoridades financieras proyectan que el precio del dólar paralelo puede bajar hasta un rango de 120 a 140 bolívares, dijeron fuentes cercanas a los entes reguladores.
El BCV y la petrolera estatal PDVSA tienen previsto vender en ese tercer mecanismo, lo que también permitirá aliviar el flujo de caja en bolívares de la principal compañía del país.
Con una oferta diaria entre 30 millones y 45 millones de dólares, el Gobierno espera satisfacer la demanda de empresas y personas que para participar sólo deberán tener cuentas bancarias en dólares abiertas en instituciones financieras venezolanas, dijeron fuentes financieras.
“La plataforma va a estar regularizada”, afirmó el presidente de la asociación que agrupa a las corredurías, Ricardo IV Montilla, presente en el encuentro de las autoridades con la prensa.
Analistas advierten que la única forma de contener una fuerte demanda de dólares en ese tercer mercado será un alto precio del dólar, ya que el Gobierno venezolano cortó en 2014 a la mitad el suministro de divisas al sector privado a la tasa más económica.
“Cualquier tasa que se transe en ese mercado y que esté por encima de 52 que era la tasa que regía el Sicad 2, mientras funcionaba, implica necesariamente una devaluación”, advirtió la economista Anabella Abadi, de la firma local ODH Grupo Consultores.
Merentes aclaró que las empresas podrán registrar en su contabilidad el tipo de cambio libre.
Empresas multinacionales que operan en el país como General Motors, Procter and Gamble y la fabricante de medicamentos Merck, pueden resultar afectadas por los nuevos tipos de cambio, porque tienen inversiones en bolívares.
Bonos al alza
El precio de los bonos venezolanos, que en las últimas semanas había retrocedido por los temores del mercado a una cesación de pagos, subió tras anunciarse el mecanismo cambiario.
Los bonos que vencen en 2022 y 2026 aumentaron en promedio un 3 por ciento en precio para cotizarse en 49 por ciento y 46,6 por ciento al cierre de la jornada.
Sin embargo, el costo de asegurar la inversión en deuda soberana de Venezuela frente a un incumplimiento de pago, que tuvo una caída inicial al conocerse la noticia el martes, terminó subiendo con fuerza.
“Si venden 70 por ciento de las divisas a 6,3 bolívares será una devaluación menor a la que el país necesita y el mercado esperaba”, advirtió el analista para América Latina de la firma Barclays, Alejandro Grisanti. “Pero es posible que terminen haciendo una devaluación escondida”, comentó.
Los inversores generalmente interpretan devaluaciones de forma positiva porque dejan al Gobierno con más divisas disponible para cumplir con el servicio de la deuda.
El ministro de Finanzas dijo a la prensa que ya cuenta con los recursos para cumplir con el pago por el servicio de deuda externa que se debe cancelar en marzo.
Venezuela tiene que cancelar a los inversionistas al menos 1.000 millones de euros por el vencimiento del bono global 2015 que expira el 16 de marzo.