Las víctimas de las políticas erráticas del gobierno venezolano, aunque parezca contradictorio, pertenecen a la clase social que dijeron defender cuando llegaron al poder. Nunca entendieron que un país para crecer y lograr el llamado estado del bienestar tiene que apoyarse en la alianza del sector público con el privado en los grandes proyectos. Las viejas teorías comunistas que se impusieron a la fuerza en Europa solo provocaron grandes desastres socio-económicos que se tradujeron en dictaduras de la peor especie donde los derechos de los ciudadanos se trasladaron a un Estado omnipotente que pretendió ser el dueño y señor de una verdad que resultó a la postre una gran mentira, como lo recoge la historia de muchos pueblos que hoy, afortunadamente, disfrutan de una libertad que les fue negada por muchos años. Los pobres de ayer no superan en nada a los pobres de hoy en nuestro país. Los de antes no conocieron y menos sufrieron una crisis tan severa durante la llamada IV República. No eran esos gobiernos un dechado de virtudes, pero quienes lo integraron fueron demócratas convencidos que habían luchado en el pasado contra una dictadura militar que intentaba perpetuarse en el poder. Al mirar hacia el pasado no recordamos haber visto a miles de personas frente a los supermercados y farmacias intentando, muchas veces inútilmente comprar alimentos y medicinas para llevar a sus hogares, además de padecer humillaciones que atentan contra los más elementales derechos humanos. Esa gente que agoniza mentalmente en esas colas son, en su mayoría, los que creyeron en las promesas reivindicativas que les hicieron una vez los que hoy pretenden de nuevo manipular sus emociones y sus angustias.
CARLA: Preguntan en mi correo por la bonita y talentosa Carla Angola, la compañera de Kiko y Roland Carreño en el programa “Buenas Noches” que se transmitía por Globovisión. La respuesta es que ella sigue trabajando pero en Miami en “El Venezolano”, un canal de televisión donde comparte con el señor Carlos Acosta- ¿Lo recuerdan? Ah, y sigue tan guapa y valiente como ella sola… ¡AJA!: “Nacimos para ser felices, no para ser perfectos”… PAULINA: A lo mejor ya lo saben: la hermosa Paulina Vega, Miss Universo, ya está solterita del todo. En Nueva York le dijo a una periodista de su país que había terminado su noviazgo con Alejandro Calderón, aunque no descartó darle una oportunidad más cuando concluya su reinado -muy sobradita la niña)… FERIA: Mérida recibirá a mucha gente de todas partes en este asueto de carnaval, tal vez sin la alegría que siempre ha caracterizado a la llamada Feria del Sol por razones que ustedes lectores ya conocen de sobra. Pese a todo no podemos hacerle el vacío a una ciudad que, como dijo alguien, fue un encargo que le hizo Dios al genio de Walt Disney, porque Mérida es tierra de fantasía con la cual cada uno sueña a su manera… Fútbol: El Atlético se aprovechó de las ausencias de Pepe y Sergio Ramos, de James Rodríguez y de Marcelo para derrotar a un Real Madrid casi desconocido para su millonaria afición. Un desastre la defensa e ineficacia de los delanteros que no remataron a puerta ni una vez contra apenas uno de sus archirrivales. Ya son seis las veces que el Atlético humilla a los blancos en lo que va de temporada. Algo debe saber Simeone sobre cómo ganarle la partida a Carlos Anceloti… PENÉLOPE CRUZ se asoma a esta vitrina de mujeres bellas. Excelente actriz española que triunfa en Hollywood.
ZAPATA: Hace muchos años conocí a Pedro León Zapata cuando acompañaba a Claudio y Aníbal Nazoa en una de sus celebradas giras por el país. Era una verdadera delicia escucharlos dentro de la más rigurosa informalidad alrededor de la piscina del Hotel Príncipe. A pesar de las historias que contaban, no se carcajeaban como era de presumir en tan connotados humoristas. Quizás porque, digo yo, no eran cómicos de la legua, sino de la lengua, capaces de transformar dramas en comedia. Los más serios del grupo eran Aníbal y Pedro León, este último se quejaba de tener que felicitar a los funcionarios que recorrían la carretera que une a Barquisimeto con San Felipe, cuando existía el peaje, los cuales lo auxiliaron al accidentarse el vehículo que conducía. Se asombraban que ninguno de esa patrulla de caminos hubiese siquiera solicitarle una recompensa por los servicios prestados. Aníbal les dedicó una crónica en El Nacional y Zapata los premió con una caricatura. Yo creo que Venezuela no será la misma sin Zapata y sus zapatazos cuyos trazos eran un látigo implacable contra malos gobiernos y una pluma justiciera capaz de castigar a los verdaderos enemigos de la democracia. No podemos decir que fuimos amigos de Zapata, pero si sus fieles seguidores y admiradores de su arte y su verticalidad como ser humano. Ha sido, sin duda, un ejemplo para una Venezuela que necesitará en el futuro muchos zapatazos suyos. “La muerte es más universal que la vida; todo el mundo muere, pero no todo el mundo vive” (A. Sachs). Usted, maestro Zapata vivirá para siempre en el corazón de los venezolanos
