Errores de campaña

La campaña del “otro” candidato perdió el rumbo al introducir componentes exógenos al sentimiento del venezolano como son la comparación subliminal con el padre de la patria y la imageología.
Mi columna de hoy se iba a referir al ingreso de Chávez al Mercosur, el cual más que un logro representa un problema para sus miembros, no por la forma fraudulenta y arbitraria en que aprobaron su admisión; sino por el carácter impredecible del nuevo socio y sus incongruencias ideológicas, las cuales son incompatibles con la construcción de un mercado común integrado al sur del continente; sin embargo, como el “otro Bolívar“ pretende seguir dirigiendo los destinos planetarios sin pisar tierra, este Balcón considera más oportuno advertir que el viejo porta aviones hace agua, tiene un hueco bajo la línea de flotación y se hunde. De ahí el nerviosismo en el ”otro” y los otros; y tratar el tema del Mercosur en otra oportunidad.
Está claro que el “otro”, no se despojara de sus privilegios y prerrogativas; pero no por eso, podrá pensar que como candidato se le deba el trato y consideración que su investidura merece, más aún cuando fue quien comenzó la guerra sucia de las descalificaciones e improperios del mal gusto provenientes de un ex oficial de las FF.AA hacia un ciudadano; pero que sabiamente no serán respondidas por Capriles. Así que el “otro” se quedara con las ganas.
La campaña del “otro” perdió el rumbo al introducir componentes exógenos al sentimiento socio político del venezolano como son la comparación subliminal con el padre de la patria, la imageologia y la compasión. Errores irreversibles a escasos 80 días del 7 Oct que se traducen en esa soberbia que destila; y un nerviosismo, no tanto por las encuestas que se cruzaron, sino por el olfato de veguero que le dice de donde ventea: “que algo está pasando” y es que el flaco le está ganando. Las mieles del poder ciegan, ensordecen y aíslan a los gobernantes y la historia pasada y reciente está llena de ejemplos.
El “otro” candidato, “tan valiente, aguerrido, combativo, seguro de si mismo” se niegue a debatir con la nada. Estoy por pensar que es miedo lo que le embarga todas las mañanas al verse frente al espejo, donde los que le separa es la nada; la nada de no haber hecho nada en 14 años; de solo chacharachear e insultar.
En este país todos estamos bajo libertad condicional el único que es libre es el miedo, el “otro candidato” enfrenta la impotencia de no poder salir de Miraflores, la soberbia de no poder bajarse de la carroza, es saberse imposibilitado de mojarse con el sudor del pueblo, es la prepotencia de sentirse perdido y de saber que algo está pasando. El flaco Capriles está ganado.