Ganando

Henrique Capriles Randonski está ganando las elecciones. Recientemente, el mismo candidato declaró que el 7 de octubre no estaremos ante una elección decidida por margen estrecho. Hay muchos elementos objetivos que le dan la razón.
No es que el actual Presidente y aspirante a quedarse por lo menos seis años más no sea un contendor formidable, máxime si a sus habilidades conocidas comunicacionales agrega todo el poder del Estado. Es cierto el ventajismo de un gobierno superavitario en recursos y deficitario en escrúpulos. Nada eso puede ni debe ser ignorado o menospreciado. Pero permítanme decirles que es muy probable que precisamente tan descomunal acumulación de abuso, tenga un efecto electoral inverso al que pretende, porque los venezolanos no simpatizamos con el abusador.
Capriles está ganando porque establece la agenda temática.
Si el candidato de la Unidad propone legalizar las misiones, el candidato-presidente plantea que deben tener rango constitucional. No propone la enmienda, y sin darse cuenta le da la razón a Capriles, pues su consagración en textos jurídicos demostraría que no pueden depender de la voluntad de quien esté en el poder. Dicho sea de paso, lo que dice el programa de gobierno oficialista para el período que viene es “redimensionar las misiones”, que no debe ser ampliarlas, porque si lo fuera lo dirían claramente. Además, en el mismo texto dicen que varias de ellas han cumplido sus objetivos.
Si el candidato de la Unidad presenta su plan Seguridad para Todos, el candidato-presidente no demora en lanzar su Gran Misión a toda Vida, por cierto sin recordar que apenas en enero, en su mensaje anual a la Asamblea Nacional, había anunciado su Gran Misión Seguridad, que nunca supimos en qué consistió, de qué se murió o siquiera si llegó a vivir.
Pasa lo mismo con el empleo, los programas sociales, la política militar –de estos dos temas el hoy gobernante se siente propietario- y, últimamente, también del futuro. Área en la cual tiene más dificultades para posicionarse, que las que tuvo para imponer la candidatura a Gobernador de Carabobo, que no cayó bien ni siquiera en un mitin de sus partidarios.
Capriles está ganando porque determina la agenda de actividades. A donde viaja Capriles va más atrás el candidato a la reelección. El candidato a la reelección decía al principio que no necesitaba hacer campaña y, adicionalmente, que no tenía tiempo para eso porque estaba ocupado en los asuntos del Estado. Y fíjense que encontró tiempo.
Capriles está ganando porque se habla más de él. El abanderado alternativo es el centro del debate político, de los comentarios, de los análisis. Y esto vale para el discurso del actual Presidente. Es casi un axioma de las campañas electorales el que aquel candidato del que se habla más, acaba imponiéndose. Incluso esa maquinaria de propaganda con dinero del Estado, reales de todos, que llaman “sistema de medios públicos” invierte más tiempo en insultar a Capriles que en ensalzar al comandante.
Un síntoma de esa centralidad que en la carrera presidencial ha alcanzado el candidato de la Unidad es el rebullicio que ha formado el gobierno con la gorra que usa. Cuando hasta la vestimenta de alguien se convierte en un issue, no puede ser que se trate de alguien insignificante, de “la nada”, como con arrogancia fuera de lugar gusta llamarlo su desconcertado contendor. Desconcertado, y hasta perplejo, luce el acostumbrado a golpear que no consigue a su rival, no descifra su estilo, le lanza golpes “telegrafiados” que logran hacer blanco. Para los viejos aficionados al boxeo, la campaña se parece cada vez más a la segunda pega entre Sugar Ray Leonard y Mano e’ piedra Durán, que terminó cuando el recio fajador panameño, extenuado de buscar si encontrar al veloz y técnico Leonard, bajó los brazos y exclamó “No más”.
Y está también el tema de las encuestas. Por un largo trecho, el reeleccionismo basó su estrategia en aparecer imbatible a punta de sondeos. Ahora los mencionan menos, aunque ya aparecerá alguno por ahí, prefieren advertir contra el triunfalismo. Pero tranquilos, ese también es un campo en el que habrá noticia, porque allí también les estamos ganando.