Don Chío y yo, un libro

Es el nombre del libro que recoje la correspondencia cruzada entre Don Cecilio Zubillaga Perera y el Maestro universal de la guitarra, Alirio Díaz Leal. Una relación iniciada al llegar el adolescente Alirio a la casa de habitación del conductor de juventudes, Don Chío. El joven le comunica que quiere estudiar filosofía, pero al oir al joven candelariense ejecutar de oído el cuatro y la guitarra, le persuade cambiar de orientación a sus inclinaciones. Es por ello que lo envía a Trujillo a estudiar solfeo y composición con el Maestro Laudelino Mejías. Allí permanece por poco tiempo, para luego marchar a Caracas a continuar su formación con el Maestro Vicente Emilio Sojo y Raúl Borges. Luego, en 1950, viaja a Madrid, donde se hace discípulo destacado de Regino Sainz de La Maza.
En 1951 se traslada a Italia donde entra en contacto con el más grande Maestro de la guitarra por aquel entonces, Andrés Segovia. La historia que sigue es demasiado conocida para detallarla en este breve espacio, pero debemos decir que Don Alrio vive a sus 89 años de fecunda y excepcional vida en Carora, en la casa donde creó la Fundación que lleva su esclarecido nombre, un símbolo viviente de la enorme dimensión de nuestra cultura mestiza, latinoamericana y universal.
Este libro ha sido una iniciativa de uno de mis mejores discípulos, Fernando Briceño, quien además cuida con esmero y cariño de la ancianidad de este colosal representante del genio de los pueblos latinoamericanos, según la expresión del filósofo mexicano José Vasconcelos. Se trata de una relación postal entre estos dos magníficos venezolanos que nos revelan inéditas informaciones, hasta ahora poco conocidas, que nos colocan frente a un diálogo epistolar clave para entender la cultura venezolana del siglo XX. Chío moriría en 1948, pero Don Alrio jamás olvidaría los consejos y orientaciones de este «pensador de zaguán y hamaca», como en cierta ocasión lo llamó mi maestro emeritense José Manuel Briceño Guerrero.
La ceremonia del bautizo tendrá como escenario la Fundación Alirio Díaz, situada en la calle Ramón Pompilio Oropeza, entre calles Carabobo y Contreras nº 77, Carora, el día viernes 10 de agosto de 2012, a las 6 de la tarde. Cualquier información adicional comunicarse a través de [email protected]. Los esperamos con todo el fervor y el entusiasmo que caracteriza a la ciudad del Portillo de Carora cuando se refiere a toda manifestación de cultura.