Para quienes, debido a sus empleos, no pueden destinar uno o más días entre semana para participar en las cada vez más extensas colas destinadas a adquirir algunos de los productos que han desaparecido de los anaqueles, el sábado es bueno.
El de ayer no fue la excepción, como se pudo comprobar en los recorridos periodísticos por diferentes sectores de Barquisimeto y Cabudare, concretamente en aquellos donde existen mercados populares o automercados.
“Dijeron que aquí iban a vender leche y pañales; no sabemos si es verdad, pero por si las moscas estamos en la cola; y si no hay ninguno de esos artículos, algo encontramos”, manifestó una mujer con un niño en brazos que formaba una larga fila frente al automercado del antiguo complejo ferial.
“Ya el sábado, y tampoco el domingo, podemos dedicarlos a permanecer en la casa; ahora tenemos que madrugar más para agarrar buenos puestos en las colas”, dijo un padre de familia que llevaba más de dos horas en el lugar.
La cadena nacional de farmacias con establecimientos en Barquisimeto no escapaba al fenómeno de las colas de resignados jefes de familias.
En el supermercado del paseo Los Leones, ante la información de que estaban vendiendo aceite y harina precocida con arroz, la afluencia de personas era considerada mayor, aunque sin problemas.
Donde sí había cola extensa era en el centro comercial Babilon, avenida Libertador, formada por mujeres y hombres interesados en ingresar al automercado Bicentenario con la esperanza de conseguir algunos de los productos desaparecidos.
En Cabudare, el congestionamiento se podía observar frente a dos establecimientos de asiáticos en la avenida La Mata, aunque había fluidez en el ingreso y salida de los compradores.