El inicio de esta historia vecinal, parte de la fe, ese don sobrenatural que Dios concede y es capaz de motivar el corazón del hombre. Se trata de una comunidad católica, perseverante pese a las pruebas del camino, ejemplo de superación, de compromiso con el prójimo, una comunidad como tantas pero con cualidades únicas.
Se esfuerzan en preservar lo espiritual. La Vicaría Nuestra Señora de los Ángeles, hace suyo el pasaje bíblico que reseña “una fe sin obras es una fe muerta”, y lo practican a plenitud gracias a la colaboración de todos sus integrantes. Hace doce años, comenzaron a congregarse en un terreno, bajo la sombra de un cují.
Hoy, celebran la nueva infraestructura que complementa al templo. Un salón de usos múltiples que servirá para dictar las catequesis de Primera comunión y Confirmación, sacramentos de la Iglesia, de gran reconocimiento por parte del Altísimo y de los fieles.
Sin embargo, otras formaciones serán útiles al sector: cursos de capacitación socio-productiva, organizados por vecinos y servidores de la capilla, también significarán una excelente oportunidad para las nuevas generaciones. Los jóvenes que han dejado sus estudios regulares, podrán aprender un oficio y, más adelante, obtener un empleo digno. Una obra, planeada por los habitantes que participan del servicio religioso, hombres y mujeres, que brindan lo mejor de sí en pro de dar sincera fraternidad al entorno.
Autogestión
El diácono Jesús Rodríguez, a cargo de la Vicaría Nuestra Señora de los Ángeles, declaró que la motivación surge de los vecinos que acuden a la capilla, atraídos por su fe en Dios, “son ellos quienes han sacado adelante el templo, a través de trabajos en equipo y sacrificios que sólo reconoce el Padre”.
Desde verbenas, “piscinadas”, operaciones “pote” casa por casa (colectas de dinero por los diferentes sectores) y donaciones de particulares, logran mejorar el lugar donde diariamente celebran la Palabra, exponen el Santísimo Sacramento y realizan actividades de tipo apostólico.
“Decidimos en comunidad, crecer para el bien de todos, desde lo espiritual hasta la infraestructura. La meta es convertir la humilde capilla en parroquia, sólo que antes es necesario contar con ciertos requisitos, entre ellos, mejores espacios porque la feligresía sería más numerosa”.
Todavía falta por construirse el apartamento parroquial, lugar de residencia del posible sacerdote que asignarían a la comunidad y, justamente, trabajan en eso. En este sentido, aplican la autogestión para cumplir el propósito. Es lo único seguro para ellos.
En varias oportunidades, el gobierno regional, ha prometido los recursos económicos para solventar las necesidades, pero hasta los momentos no se concreta el ofrecimiento.
Por su parte, Belkis Durán, servidora de la vicaría, habló de la oración constante que han mantenido para superar todos los obstáculos y a la vez, enalteció la buena voluntad de la feligresía y comunidad, al colaborar de manera desinteresada en la construcción del salón de usos múltiples.
Los obreros, dijo, eran nuestros propios compañeros de grupos de apostolado. Desde las 7.00 de la mañana y hasta de madrugada, comprendían las jornadas de trabajo, con el fin de alistar las instalaciones que recientemente estrenaron. “Como vecinos e hijos de Dios, podemos lograr cosas muy grandes”, sostuvo.
Escríbanos
Si quiere formar parte de las secciones especiales de Comunidad para dar a conocer los proyectos y obras positivas que realizan en su sector o urbanización, escríbanos a la dirección del correo electrónico: redacció[email protected] y nos pondremos en contacto con ustedes.
La invitación está dirigida a los consejos comunales y ciudadanos en general que participen de iniciativas beneficiosas para el entorno vecinal, social, educativo, ambiental, vinculados a la zona donde reside.
Fotos: Dedwison Álvarez, Elías Rodríguez y cortesía de la Vicaría Nuestra Señora de los Ángeles