Desde el mes de enero del año pasado, comenzaron las labores de remodelación en la escuela nacional Lucrecia García, donde se efectúan labores de demolición, impermeabilización y reacondicionamiento de la estructura.
En tal sentido, la matrícula compuesta sólo por niñas, ha tenido que presenciar clases en espacios alternos. Madres, padres y representantes exigen en la celeridad de las obras que están bajo la responsabilidad de Corpolara.
El equipo de EL IMPULSO se acercó a la institución, ubicada en la avenida 20 con calle 19, para conocer más sobre los adelantos de la construcción; no obstante, trabajadores del plantel negaron el acceso a los reporteros.
Desde las inmediaciones del recinto, se logró observar que algunos obreros realizan trabajos de rehabilitación. Las aulas y demás espacios escolares estaban vacíos.
Más de 500 infantes que componen la matrícula del plantel fueron movilizadas a la escuela Pablo Acosta Ortiz, donde reciben clases en horario vespertino entre las 12:30 y 3:30. En este recinto comenzaron desde el pasado lunes y estarán en estos espacios por un tiempo determinado.
Preocupación de los representantes
Sin embargo, madres, padres y representantes han manifestado su preocupación por la estabilidad académica de sus alumnos, pues apenas reciben tres horas de clases diarias en un horario diferente al acostumbrado.
“Ahora mi hija recibe clases en horas de la tarde, y eso perjudica todas las diligencias que tengo por hacer. He tenido que reprogramar desde mi trabajo hasta sus tareas dirigidas”, denunció la señora Luz María Liscano.
Adicionó, que su mayor preocupación recae en las limitaciones de la actual institución, pues solo les concedieron el espacio por un lapso no mayor de dos meses.
A otra madre, le inquieta la formación de su hija. Considera que tres horas de clases no son suficientes para el proceso enseñanza – aprendizaje.
“Aunque estamos contentos con la rehabilitación de la escuela, pedimos a los organismos competentes la celeridad de los trabajos, ya que nuestras niñas necesitan su plantel para recibir sus clases con normalidad”, esgrimió Cinthia Liscano.
Cabe recordar, que la escuela Lucrecia García sufrió una etapa de rehabilitación desde enero hasta junio del 2014, en ese lapso la matrícula recibió clases en la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia; la segunda fase inició a partir de enero del presente año y todavía no se estima fecha de finalización.