«La atención es un músculo que se debe entrenar». Daniel Goleman
La desconcentración es continua y el bombardeo no cesa. Lo único que les puede consolar, si lo podemos llamar así, que esto no le ocurre solamente a ustedes, es el signo de los tiempos digitales. Según las estadísticas, como máximo pasaremos unos once minutos en término medio concentrados en una actividad antes de que algo o alguien nos interrumpa. Y si nadie lo hace, somos nosotros mismos quienes nos desconectamos. Por si fuera poco, cada desconcentración provoca que nos cueste entre diez y veinte minutos retomar la actividad. No estamos acostumbrados a estar presentes en el presente. Nuestro cuerpo está, pero no nuestra cabeza. Nos hemos habituado a la distracción, a la atención parcial, algo parecido a una plaga universal de síndrome de déficit de atención. Se quiere estar tan conectado que se olvida de que lo primero es hacerlo con uno mismo. Precisamente en éstos días, mientras dejaba a mi hijo en la charla de inducción en la universidad, unos 15 minutos después de que esta comenzó , aún seguían llegado bachilleres a la misma, por supuesto que esto les provocaría una gran desconcentración, debido a que no llegaron antes de que comenzara.
Es habitual ver que las universidades europeas y americanas, ofrecen a sus alumnos talleres de atención plena, conscientes de que en la mayoría de los casos, la distancia que separa el éxito del fracaso no reside en el talento natural, sino en la capacidad de concentrarnos, que permite retener conceptos, relacionarlos, entenderlos e incorporarlos en nuestras estructuras de pensamiento. Y es que por más capacitado intelectualmente que estemos, sin atención el suspenso es casi seguro. Se debe comprender que el cerebro no es multitarea. Solo podemos concentrarnos en una cosa a la vez y si no lo hacemos, si intentamos estar en varios lugares al mismo tiempo, no conseguiremos un resultado tan satisfactorio como aquellos que con igual o menor capacidad que ustedes, son capaces de poner todo el foco de su atención en la actividad concreta que están desarrollando. Este comportamiento es importantísimo para que los emprendedores logren sus objetivos.
Los estudios científicos han demostrado, que un estado de atención consciente ayuda no sólo a reducir el estrés o la ansiedad, sino también a ser creativos, a poder juzgar y valorar las situaciones con mayor claridad, a aumentar la resistencia emocional y a disfrutar más lo que se está haciendo. Clave del éxito emprendedor.
Definitivamente, ser plenamente conscientes de lo que está ocurriendo aquí y ahora, permite combatir las distracciones y concentrarse en los objetivos.
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