Las protestas en el sector universitario no descansan. Esta vez la crisis económica y la galopante inflación del país produjo una nueva movilización. En este caso los trabajadores de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), quienes protestaron con un pancartazo en las afueras del rectorado exigiendo una remuneración acorde a una vida digna.
Profesores, empleados administrativos y obreros juntaron sus fuerzas para formar un bastión en defensa de sus derechos. Sus únicas armas eran pancartas, consignas y los ánimos de manifestar su descontento. Cada conductor que circulaba por la carrera 19 a la altura del recinto universitario, manifestó su apoyo en comprensión a una realidad que no escapa del acontecer diario.
Es de recordar que el sector universitario en el país se rige por una Contratación Colectiva Única, cuya primera edición fue firmada en el 2013 y venció el 31 de diciembre del 2014; es decir, que para este 2015 los trabajadores no tienen algún sustento legal que les permita conocer sus beneficios socioeconómicos durante el corriente ejercicio fiscal. En tal sentido, sus exigencias se remiten a un ajuste salarial general que ronde la cifra del 200%, reconocimiento justo a los presupuestos de las universidades y el inicio de las conversaciones para la firma de una nueva contratación laboral.
Mejor remuneración
Deborah Velásquez, presidenta de la Asociación de Profesores de la UCLA (Apucla), indicó que el último ajuste salarial que recibieron fue en enero del 2014, cuando se les asignó un incremento del 25% según lo acordado en la contratación colectiva.
Sin embargo, la profesional sostiene que los parámetros de ajuste salarial deben fijarse según lo convenido en las Normas de Homologación del Consejo Nacional de Universidades (CNU), cuya disposición indica que los empleados de las universidades deben percibir un aumento salarial según el índice inflacionario.
Déficit presupuestario
Rubén Darío Albornoz, presidente de la Asociación de Trabajadores Administrativos de la UCLA (Ataucla), señaló que la acción de protesta también busca una mayor inyección de recursos en las universidades.
“En el caso de la UCLA, este año recibimos un 34% del dinero solicitado, lo que significa un presupuesto deficitario. Esto afecta todas las partidas de la academia y su crecimiento natural”. Los gremios de la UCLA advirtieron que si no son respondidas sus solicitudes, seguirán con las acciones de calle.