Eran las seis de la mañana, aproximadamente, cuando Miguel José Meléndez Colmenares, de 22 años, regresaba del velorio de su amigo, Mario Aranguren, de 29 años, a quien asesinaron la mañana del lunes, en Cerritos Blancos, al oeste de Barquisimeto.
El suceso donde el joven perdió la vida se produjo en la calle 14 con carrera 4 de Cerritos Blancos, a una cuadra de su residencia, pues al parecer, unos sujetos lo interceptaron y sin mediar palabras le dispararon en tres oportunidades: dos en la cabeza y una en el tórax.
Los vecinos de la zona se despertaron al escuchar las detonaciones, algunos se quedaron encerrados en sus respectivas casas por miedo al peligro que podía correr sus vidas; otros salieron a conocer lo ocurrido.
Uno de ellos lo reconoció. Estaba tirado, entre la acera y una pared. Rápidamente fue hasta la casa del infortunado y le avisó a la familia.
Sus parientes llegaron al sitio y al verlo muerto, se derrumbaron en llanto. No podían creerlo: era el menor de ocho hermanos y el consentido de todos, por eso le decían Miguelito.
Yudith y Jorge Rodríguez, hermanos de la víctima, se mostraron consternados e informaron que Miguel José no tenía problemas con nadie. “Era muy amigo del muchacho taxista porque le hacía carreras desde hace tiempo”.
Según ellos, el hoy occiso, no tenía enemigos, “era muy calidad, pero por aquí está muy peligroso”.
Confirmaron que el muchacho había dejado de estudiar. “Lo hizo hasta tercer grado y después trabajaba, aunque ahorita no estaba haciendo nada. Esperaba que le prestaran una moto para comenzar como mototaxista”.
Comentaron que esperaba un hijo, pues su novia tenía seis meses de embarazo.
Poco patrullaje
Según los Rodríguez, la zona se ha vuelto muy peligrosa y se ve poco patrullaje policial, “de vez en cuando es que andan por ahí”, resaltó el hombre.
Cabe destacar que este es el segundo homicidio registrado en menos de una semana en el sector Cerritos Blancos, pues el anterior ocurrió en la carrera 7 entre calles 1 y 2, a plena luz del día.
Al sitio del suceso se apersonaron los funcionarios del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Lara, quienes realizaron la respectiva inspección y planimetría a fin de averiguar lo ocurrido.