Áquiles Báez sigue siendo el mismo muchacho que conocimos hace más de dos décadas en la Universidad Central de Venezuela. Este músico, guitarrista, arreglista y compositor, sigue con su estilo innovador que combina armonías sofisticadas, elementos rítmicos y creatividad para lograr un sonido propio y latinoamericano.
Actualmente junto a otras nuevas generaciones de músicos participa en el proyecto de Guataca, que constantemente tiene conciertos en varios sitios del país. Considera que el Festival de Jazz de Barquisimeto se ha convertido en una referencia para los músicos nacionales y extranjeros.
Báez tiene varias producciones discográficas en su haber. La más reciente es del año pasado, cuando lanzó al mercado A mis hermanos, acompañado por Adolfo Herrera y Roberto Koch.
EL IMPULSO conversó con este laureado músico sobre sus experiencias.
– ¿Cuáles son los músicos que lo han influenciado?
– Bach, Faure, Ravel, Debussy, Lois Amstrong, Bartok, Piazzola, Chick Corea, Egberto Gismonti, Hermeto Pascual, Leo Brouwer, Antonio Lauro, Rodrigo Riera, Luis Laguna y Jobim, entre muchísimos otros.
– ¿Y por qué ellos?
– Porque son músicos que han marcado una pauta en el mundo de las notas. Existe un antes y un después de ellos.
– ¿Qué opina de las nuevas tendencias de la música venezolana en sus distintos géneros?
– Creo que hay mucho presente y mejor futuro. Pienso que hay que desarrollarnos más artísticamente. Ahora hay una labor titánica que es educar a la audiencia para la buena música y que apoyen los talentos que están surgiendo.
– ¿Qué grupos nacionales merecen su atención en la actualidad?
– Muchos. En Cayapa, Kapikua, Los Sinvergüenzas, Caracas Sincrónica, Cabijazz, Guajeo y Nuevas Almas, aparte de compositores como José Alejandro Delgado y Leo Porto.
– ¿Se siente en un proceso de evolución con respecto a sus inicios?
– Creo que para atrás ni para agarrar impulso, aunque a veces es bueno hacer una retrospección de lo que uno ha hecho.
– ¿Cree que nuestra música está abriendo sus grandes espacios en el exterior?
– Siento que falta mucho y hay que ver la forma de mercadear mejor nuestros músicos y nuestra música en el exterior. Tenemos grandes artistas y el mundo no lo sabe. Hay que definitivamente abrir esas puertas.
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