Los vínculos umbilicales son inviolables. La madre, es el amor más puro, desinteresado, genuino, transparente, verdadero, perfecto. Sagrado. Lo demás, es circunstancial. Asociado a patrones, conveniencias y dogmas derivados de los convencionalismos humanos. En lo personal, tuvimos la dicha de expresar en reiteradas ocasiones, en estas páginas de EL IMPULSO, diario que leía con devota cotidianidad, nuestro amor a nuestra señora madre: Elsie Iturralde de Borgel, gracias a la ventana que desde hace quince años nos brinda este rotativo. Le escribimos varias veces en nuestro espacio de opinión, en ocasión de su cumpleaños y día de la madre. En los archivos de este diario, reposan mis artículos que reseñan la síntesis de lo que fue su vida entregada al trabajo, al amor por este país, al amor por su esposo y por supuesto, al gigantesco amor por sus hijos. Hoy, con el dolor inmenso de la inesperada partida, nos corresponde escribir su despedida…
Jamás pensamos que el regreso a mis escritos en el 2015, sería en estas circunstancias. Una mezcla de aroma fresco y néctar maternal, engalana mis sueños para apaciguar mi pena. La fuerza de su carácter me fortalece, en momentos en que el país exige decisión y coraje para salvar la democracia. Durante toda la vida enfrentó con mística, el cumplimiento de las responsabilidades que durante 38 años, desde 1963 hasta el 2001, desempeñó al frente de Stanhome de Venezuela, empresa de productos para el hogar en la cual obtuvo todos los galardones y escaló todas las posiciones directivas hasta coordinar cinco estados del país como la mejor gerente de toda Venezuela. Muchísimas placas de reconocimiento en la empresa a la cual dedicó su vida, la dibujan como una mujer fuera de serie. Fue distinguida con la Orden Mérito al Trabajo en su 1ra. Clase durante el segundo gobierno de Rafael Caldera. Su vocación de servicio le permitió formar cientos de señoras con su ejemplo, rectitud y disciplina en el área de ventas. Su gran amiga y compañera Lourdes de Gómez, con lágrimas en los ojos nos dijo frente a su féretro: “Fue mi maestra, me enseñó a ser mujer, madre, esposa y me enseñó a prosperar con mi trabajo”…
No es fácil reseñar un evento tan duro como el fallecimiento de la madre. El pasado 9 de enero, mi mamá se fue dejando tras de sí todo un legado de trabajo incansable, honestidad y fortaleza para enfrentar la vida como solo ella supo hacerlo. Me queda el perfume de su amor incondicional y su valentía para vivir con dignidad. Su amor por los hijos más allá del entendimiento, fue la luz que iluminó su vida. Le doy gracias a Dios Padre por haberme permitido disfrutarla hasta la edad de 83 años. Su faro indeleble señalará el camino correcto del resto de mi existencia.
Madre amada. Gracias… muchas gracias por darme lo que me diste en vida. Llegó la hora de tu descanso en el regazo divino de la luz celestial. Dios te bendiga y te reciba en su santo seno. Bendición. Hasta nuestro próximo encuentro…
Mis comentarios:
.- Queremos agradecer a todos los amigos que nos acompañaron durante las exequias de mi madre.
.- El novenario se está realizando en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús de Fundalara.
.- La última noche se realizará el día jueves 22/01/2105, a las 5,30 PM el rosario y a las 6.00 PM, la misa.
Hijo mío, no olvides mi enseñanza, y que tu corazón observe mis mandamientos, porque ellos te aportarán largos días, años de vida y prosperidad. (proverbios 3:1-2)