La caída en la producción de cemento, cabillas y materiales de construcción en un 50%, está generando el encarecimiento en los precios y la especulación en el mercado, asegura Orlando Chirinos, coordinador de la Alianza Nacional de Trabajadores Cementeros.
Explicó que las nueve plantas productoras de cemento, en manos del Estado, producen en estos momentos 10 millones de toneladas métricas, cuando el consumo nacional supera los 23 millones, por lo cual no se cumple con la capacidad productiva ni con la demanda nacional
Condena que aun cuando el precio regulado del cemento es de Bs. 16,80, se esté comercializando en 400, 500 y 600 bolívares/saco. Precisó que actualmente las cementeras se encuentran militarizadas, “sembrando terror” en las empresas, impidiendo a los trabajadores ejercer ningún tipo de contraloría.
Lamenta que el sector construcción del país, tanto público como privado, registre una paralización de sus obras del 80% por falta de materia prima.
Exhortó al Presidente a llamar a los trabajadores, que no los excluya porque “el problema de la producción del cemento no lo van a resolver agrediendo a los obreros, ni militarizando la industria”.
En cuanto a la nacionalización de Venezolana de Cemento, dijo que representó un retroceso, porque quienes la dirigen lo han utilizado como ministerio y han improvisado en materia de producción.
Acceso negado
Por otro lado, denunció que el jueves 15, Orlando Ocanto, director de Venezolana de Cemento Planta Lara, le negó el acceso a él y a otros 85 empleados el ingreso a esta empresa, “violando las leyes y pasando por encima de la legislación venezolana”.
Denunció que un contingente de militares “fuertemente armados” impidió el ingreso a la planta, obstaculizando el desarrollo de sus actividades gremiales dentro de la empresa, derecho establecido en la legislación venezolana.