Para el traje que el modista Luis Perdomo creó para la Divina Pastora usó doble raso azul y no la clásica tela de forro. El vestido tiene una sobrecapa con volantes dobles arruchados. Se sujeta con un precioso lazo azul.
La capa lleva 20 metros de raso azul y 15 metros de tul. La blusa, igualmente doble raso azul de base y encima el tul. «El bordado del tul tiene figuras especiales, no es un brillo en primer plano, si no un degradé del cielo infinito”.
La blusa tiene tres metros de tela. Perdomo le hizo un cambio a las mangas, con tachones para un efecto bombache. La falda se compone de tachones bastantes anchos para brindarle amplitud y redondez a la prenda.
El traje del Niño, también es de doble raso azul. Sólo las mangas y el canesú fueron velados con el tul. También lleva sus tachones. Los zapatos del Niño no fueron forrados con raso azul como los de la Virgen. Por su diminuto tamaño se utilizaron dos tonos de pintura para teñirlos.
Como la corona del Niño estaba deteriorada, George Wittels la elaboró con cristales del mismo tono del vestido.
Al final, confeccionó la almohadilla donde descansan los pies de la Virgen y las posabrazo, todo en raso azul. También elaboró dos manteles, uno para oficiar la misa en Santa Rosa de tres metros y otro para la Catedral de cinco metros.
Son de raso blanco, con una cruz en raso azul bordada con cristales.
El medallón de Don Bosco
El medallón que la Virgen carga en la pechera alusivo a Don Bosco, fue elaborado en bronce. Lo envió de Roma don Ángel Fernández, sucesor de Don Bosco.
Para colgarlo en la pechera George Wittels le diseñó una estructura en forma de cruz, bordado en cristales de colores plata y azul.
Dos meses contempló la elaboración del vestido.
Se usó doble raso azul italiano y tul bordado en Turquía.
Los zapatos del niño fueron pintados con la mezcla de dos tonos de pintura. La corona le fue restaurada al Niño.
La capa tiene 35 metros de tela, 20 de raso y 15 de tul. La blusa, tres metros de tela y la falda cinco.