El eslogan de la juventud venezolana “El que se cansa pierde” en su lucha por la libertad y sus derechos, no solo encierra lo que tiene que ver con la libertad, también tiene que ver con el futuro, los sueños, esperanzas y la vida misma.
Si el hombre se cansa de reclamar sus derechos, difícilmente volverá a recuperarlos.
A lo largo de la vida tenemos que enfrentar batallas y retos que aunque no siempre salimos victoriosos de estos, lo importante es no darse nunca por vencido. No basta soñar el futuro, es necesario luchar por él hasta ganarlo. El objeto del hombre es prepararse, el de la universidad formarlo según su vocación y talento. Desde el más noble hasta el más humilde todos tenemos el deber de mejorar, edificar, superarnos y corregir la propia existencia. La mayoría de nosotros hemos sido educados a la luz de los principios que permanecen invariables hasta el final.
Con algunas excepciones, las universidades dejan en este momento mucho qué desear, sus fallas no animan a quien quiere forjarse un futuro sobre bases sólidas, de seguridad y calidad. En algunas hay profesores que cobran completo pero no trabajan, se mantienen de reposo en reposo, otras cuentan con profesores que aunque cumplen con el tiempo de su horario, terminan retirándose porque el sueldo que les pagan es mísero, siendo esta una de las razones por las que quienes se han quemado las pestañas preparándose por años, no están dispuestos a recibir miserias a cambio de lo que les costó tanto sacrificio hacerse profesionales. Es injusto que no reconozcan el mérito de quien se preparó para tener una vida digna. Cobren mucho o cobren poco, no hay excusa válida de que haya tanta falta de profesores. Quien cobra se compromete a cumplir, luego la universidad debe honrar los compromisos adquiridos con el estudiante que paga. Necesitan buenos profesores, dedicación de tiempo completo, óptima calidad de los conocimientos impartidos y muy importante, que se preocupe por el enriquecimiento de la cultura del joven. Cultura es labor, creación de las cosas humanas, es hacer ciencia, moral, arte, es trabajo, es humanizar. Institución en la que se excluye a unos y se privilegia a otros, que exige pero no cumple, es una institución llena de incongruencias, por tal razón debe reformarse radicalmente.
El hombre es un ser social, como tal la existencia de este depende de su trabajo en cooperación con los demás. Venezuela necesita un cambio total en todo lo que es su estructura moral, educativa, política, económica, social etc. El paso más largo es el primero que se da. La gloria pasa rápido como la luz última del sol. Más que la gloria, lo que vale y permanece es el fruto de lo que se siembra en la vida, conciencia, sentimientos e inteligencia del hombre.
La universidad no fue creada para negar derechos a quien desea superarse y paga completo, confiado en que el esfuerzo no será en vano. La discriminación es una aberración, si los jóvenes pagan igual el de notas altas como el de notas bajas, se supone que todos tienen derecho a que se les cumpla por igual, tienen derecho de inscribir las materias que deseen ¿Cómo es posible que un estudiante en determinadas circunstancias no pueda ver sino una o dos materias por semestre? Esto lo llevará a graduarse en la tercera edad en la que ya no le darán trabajo. No hay nada más frustrante ni desolador para un joven que sentir que le amputan el espíritu, le impiden el vuelo…
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