El presidente chino Xi Jinping elogió el jueves los florecientes lazos con América Latina y prometió usar la influencia económica de su país para apoyar proyectos regionales por valor de miles de millones de dólares, así como duplicar el comercio bilateral a unos 500.000 millones de dólares en los próximos 10 años.
Xi habló el jueves durante una reunión de dos días entre funcionarios de China y de países de América Latina y el Caribe, un día después de reunirse en Beijing con el presidente venezolano Nicolás Maduro, quien dijo haber recibido compromisos de inversión de China por 20.000 millones de dólares para la flagelada economía de su país.
Xi enfatizó el potencial para el futuro crecimiento de los vínculos entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), integrada por más de 30 países y que en conjunto representan 1/8 de la economía mundial. El fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y otros líderes izquierdistas impulsaron el grupo como alternativa a las organizaciones regionales lideradas por Estados Unidos.
«Estoy seguro de que esta reunión ofrecerá buenos resultados, enviando al mundo un claro mensaje de nuestro compromiso en profundizar la cooperación por el desarrollo común», dijo Xi.
El líder chino hizo hincapié en el compromiso de Beijing con su política exterior independiente y mantener una relación de igualdad con la región, unos términos que podrían atraer a muchos en la zona resentidos con lo que ven como un dominio injusto de Estados Unidos.
El comercio entre China y Latinoamérica creció de 10.000 millones de dólares en 2000 a 257.000 millones de dólares en 2013, impulsado sobre todo por la demanda china de materias primas como el petróleo y la soja. Aunque la desaceleración del crecimiento en China suavizará la demanda por estos productos, Xi dijo que Latinoamérica y el Caribe se beneficiarán mucho de las previsiones de que China haga importaciones por valor de 10 billones de dólares en los próximos cinco años.
Además de su objetivo de aumento de comercio bilateral, Xi dijo que quería aumentar la inversión directa en la zona a 250.000 millones de dólares en los próximos cinco años. China extendió el pasado julio un préstamo a la región de 20.000 millones de dólares para desarrollo de infraestructuras, otros 10.000 millones de dólares en préstamos preferenciales, un fondo de 5.000 millones de dólares para cooperación entre ambas partes, y 50 millones de dólares para desarrollo agrícola.
Xi dijo que la reunión ofrecería tres documentos, incluyendo uno delineando objetivos de cooperación hasta 2019 en coordinación diplomática, comercio, finanzas, energía y otros campos.
China tiene fuertes lazos bilaterales con varios países de la región, especialmente Venezuela. China es el principal acreedor del país y le ha prestado más de 40.000 millones de dólares en los últimos cinco años, parte de los cuales se han devuelto en suministros de petróleo.
Maduro dijo tras su reunión del miércoles con Xi que no había noticias sobre un nuevo paquete de préstamos. Los 20.000 millones en inversiones, señaló, se dedicarían a «proyectos de carácter económico, energético y social», sin entrar en detalles sobre cómo se gastaría exactamente.
El portavoz del Ministerio chino de Exteriores Hong Lei dijo que la inversión se dedicaría a energía, minería, agricultura e industria, lo que incluiría la exploración petrolífera en Venezuela, que tiene las reservas conocidas más grandes del mundo.
Venezuela se enfrenta a la mayor tasa de inflación del mundo, a una recesión y una escasez de efectivo agravada por una brusca caída en los precios del petróleo. Por ahora, ha instado sin éxito a los miembros de la OPEP a trabajar juntos para subir los precios del crudo, que han bajado a la mitad en los últimos seis meses. Venezuela depende del crudo para el 95 por ciento de sus ingresos en exportaciones.
Los presidentes de Ecuador y Costa Rica estaban también en Beijing para reuniones de alto nivel sobre comercio, inversión y apoyo financiero para América Latina. El miércoles, Ecuador dijo haber acordado una línea de crédito de 7.500 millones de dólares de China.