Desde el pasado lunes, vecinos de los edificios Río Lama que se encuentran en la calle 11 con carreras 1 y 2 de la urbanización Nueva Segovia, al este de la ciudad, han sufrido las consecuencias de un bote de agua que convirtió la zona en una laguna improvisada.
Según habitantes aledaños al problema, el agua empezó a surgir desde el asfalto a pocos metros de la esquina de la calle 11 con carrera 1 de la urbanización; la magnitud del agua derramada fue tal, que los responsables de la empresa hidrológica del estado Lara “priorizaron” los trabajos que se debían llevar a cabo en la zona, en detrimento de otros alrededor de la ciudad.
Luego de la reparación por parte de la cuadrilla de operaciones de Hidrolara, la cual culminó los trabajos en horas de la noche de ese día lunes, y consistió en la sustitución de 6 metros de tuberías de cemento por material PVC (policloruro de vinilo), el ingeniero de guardia de la empresa se percató que horas después, seis metros en dirección norte, se habría roto nuevamente la tubería de concreto vieja.
“Cuando se hace la sustitución de una tubería de cemento por material PVC, el flujo y presión de agua mejora, pero produce que otro sector con la tubería desgastada ceda”, explicó Miguel Rojas, gerente de Operaciones de Hidrolara.
El día martes y parte del miércoles, la cuadrilla de la empresa estadal volvió con la maquinaria necesaria y las herramientas que le permitieran resolver el problema, “en este caso sustituimos 10 metros de tuberías más que cedieron por el tiempo de uso que tenían”, indicó Rojas.
El responsable de operaciones de la empresa encargada de los servicios de agua en el estado, aseguró que los trabajos en la zona estarían terminados de manera inmediata, “mañana (jueves) estarán instalados los otros metros de tuberías y el problema estaría resuelto”, precisó.
En total fueron sustituidos 16 metros de tuberías del material nuevo, lo que permitirá resolver momentáneamente el problema, “se requiere un cambio completo de los servicios en la zona, pero para ello se necesita un presupuesto que la empresa no tiene”, explicó Rojas, “los sectores del 23 de Enero, Nueva Segovia y El Parral son zonas donde las tuberías son de cemento y ya cumplieron su vida útil”, explicó.
El dinero que se invirtió en este trabajo ascendió a 20 mil bolívares; sin embargo, aún no se descarta que el problema vuelva a aparecer en los sectores aledaños a la ruptura inicial debido a que en el lugar, la mayoría de las tuberías son de cemento y están en las mismas condiciones que las sometidas a sustitución.
Fotos: Ángel Zambrano
