“El hervido cocinado con leña sabe mejor, y también la parrilla, por eso nosotros se la conseguimos a la gente”.
De esa forma argumenta uno de los vendedores ubicados en la Ribereña, entre los distribuidores Jirajara y Tarabana.
Las ventas de restos vegetales en esa vía, los últimos dìas de cada año se ha multiplicado en esta oportunidad, lo que muchos atribuyen a las dificultades para conseguir el gas doméstico en Barquisimeto, Cabudare y otras poblaciones del estado Lara.
José Rivero es uno de los proveedores de leña en La Ribereña y refiere que él y otros trabajadores de la zona recorren el río Claro y Turbio seleccionando los restos de árboles que arrastra el agua desde la parte alta.
“Yo no tengo trabajo y con esto me ayudo para comprar las caraoticas pa´la comida de la mujer y los muchachos y otras cositas.
Rivero vende la “amarra” de trozos de leña a 50 bolívares, lo que considera un precio justo pues a veces tienen que caminar mucho para recogerla.
Insiste en que lo que se cocina con leña sabe mejor, aunque un viajero que se detuvo al lado de uno de los puestos de venta para comprar dijo hacerlo para asegurar conque hacer fuego y cocinar hallacas o preparar las parrillas del 24, 25, 31 y primero.
“Es que cuando a uno se le acaba el gas tiene que dar vueltas y más vueltas para conseguirlo, y si no se consigue no se pueden preparar los alimentos”, argumentó.
Por eso se cree que la multiplicación de las ventas de leña este fin de año en La Ribereña se deben a la escasez de gas, algo que viene ocurriendo desde hace algún tiempo que, pese a las promesas oficiales, no se ha resuelto, como lo confirman las largas colas que los jefes de familia deben hacer cuando necesitan renovar los cilindros de ese importante combustible.