El título de esta reflexión refiere a una de las principales obras y cuidado si no la más importante que dejó escrita el fallecido economista chileno Carlos Matus Romo, fundador y creador de la Planificación Estratégica Situacional (PES), Adiós señor Presidente.
Es el resultado, entre otras muchas razones,del por qué de la caída del gobierno de Salvador Allende.
En politología moderna la revisión y comparación de experiencias de gobiernos es fundamental, sobre todo para entender sistemáticamente el por qué de sus fracasos, la cadena de errores continuos, y en algunos de ellos la finalización anticipada de sus períodos de funciones, bien sea por rebelión o por iniciativa propia.
En todo caso, a la luz de estas enseñanzas matusianas y de la Planificación en el gobierno entenderemos un poco más las razones del por qué la administración de Maduro padece lo que se conoce como un bajo coeficiente de gobernabilidad o ceguera situacional.
“Cuando domina la confusión prevalece la inercia o se acude a una solución de autoritas”. ¿Cuál puede ser la causa o razón de esta especie de anomia, confusión o entropía positiva que vive esta administración de gobierno?
Primero: el gobierno confundido no puede distinguir qué es lo mejor de la experiencia internacional.
Segundo: este es un campo (el de los métodos y herramientas para gobernar) donde todos los gobierno presentan retraso, sólo que la administración de Venezuela está detrás de los atrasados.
En estas condiciones, la imitación del modelo chino, ruso y mucho menos de la kakistocracia cubana, no resuelven el problema, y la Tercera: la mejor experiencia internacional es heterogénea en su calidad.
La norteamericana, la europea (y no nos referimos a la experiencia española) o algunas experiencias asiáticas, no son excelentes en todo, pero tienen ciertas áreas de notable excelencia. Y esta heterogeneidad es especialmente
cierta en el campo de la planificación estratégica pública.
¿Cuál es la causa de esta confusión, ceguera situacional o baja gobernabilidad del gobierno venezolano desde la perspectiva de la Planificación situacional?
La tesis central es inobjetable: fracasaron no sólo por el contenido de la propuesta de gobierno, entendida esta como socialismo del siglo XXI, sino por la debilidad de las herramientas de gobierno que dominan. Repito, el problema ni siquiera está en los contenidos del proyecto de gobierno, no es que unos se perfilen o inclinen al trillado discurso de la derecha, centro o izquierda. Lo que está en crisis es la Capacidad de Gobierno y ésta última se gesta en los partidos políticos u otras organizaciones de intermediaciones y con vocación de Poder.
Ante este escenario de sinsentidos, de desórdenes colectivos, de alta incertidumbre que padecemos los venezolanos, encontramos que la estructura social y política del país gestada en la Venezuela de 1958 hasta hoy es consecuencia de lo que el Dr. Matus nos explicó como el desenfoque o descrédito de la Política y que a continuación señalo en cinco grandes causas, como un aporte al gran debate del país, que más allá de la necesaria catarsis y de la posible visión pesimista que se genere, podamos entender que cualquier salida pasa por un gran esfuerzo colectivo, que en nuestros caso implica experimentar una serie de sacrificios de alto costo social.
1. La Política en Venezuela sigue desenfocada de los problemas de la gente. La política genera sus propios problemas (ganar elecciones, obtener el poder por el poder,
hacer alianzas…)y los políticos se dedican a resolver los problemas de la política y no los problemas de la gente.
2. Por lo general nuestra dirigencia política (de ambos lados) cree que basta con la improvisación, la experiencia, el buen sentido y la profesión que han adquirido en la universidad para gobernar; por ejemplo,se cree que un buen médico puede ser un excelente ministro de salud, o que un buen economista puede hacer óptima política económica, esto es falso.
Hay ciencias y técnicas de gobierno muy poco valoradas en el país que se vienen desarrollando a lo largo de los años y que en general los políticos ignoran. Aquí se presenta una disfunción de segundo orden: “no saben que no saben”, están anestesiados, no atienden a los llamados de atención, no pueden aprender.
3. En Venezuela y en gran parte de América latina domina un sistema de baja responsabilidad. Nadie le cobra cuentas a nadie, por consiguiente da lo mismo hacerlo bien o mal. Esto facilita el estancamiento de la mediocridad, facilita la falta de la ética, la corrupción; por eso la corrupción no es cosa de los corruptos, es un subproducto de la mediocridad del sistema político.
4. Los partidos políticos son clubes electorales, no tienen centro de formación, y sus dirigentes no se preocupan por la formación de sus líderes. No tienen centros para pensar sobre el país. Por ejemplo, el partido conservador inglés tiene una estructura para pensar su país a 40 años.
5. Por último como rasgo evidente del fracasado chavismo–madurismo se hace necesaria la municipalización de la política. El gobierno nacional es altamente centralizado, controlador y hegemónico, está muy distantes de la gente, es decir, hay un problema de democratización que pasa por la descentralización profunda del sistema político.
“Recuerdo bien una conversación con Pablo Neruda, mi vecino de Isla Negra, sobre este tema. Rara vez hablábamos con profundidad sobre los problemas del Gobierno del Presidente Allende, y siempre la conversación derivaba hacia cuestiones parciales y contingentes o sus proyectos sobre Isla Negra. Pero, aquella vez, el tocó el tema con preocupación. ¿Por qué no marcha bien el Gobierno, Carlos? No me hable de la oposición ni de los Estados Unidos. Hábleme de nosotros”. Isla Negra, Chile Diálogo entre Carlos Matus y Pablo Neruda.
Miguel Ángel Mirabal Tona
@alomirabal
Politólogo Docente-investigador UCLA
Consultor Político– Especialista en Planificación Estratégica Situacional