Felices Pascuas de Navidad. Existe también la pascua de resurrección, por eso preciso de Navidad. Felicidades porque “nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor”como dicen los ángeles a los pastores aquella noche de Navidad, relatado en el Evangelio de san Lucas.Y de eso se trata la Navidad, de celebrar el nacimiento del Mesías, quien vino a librarnos de la esclavitud de la muerte y del pecado.S.S. Francisco ha pedido a los católicos mucha alegría en esta Navidad y este pasado 3er domingo de Adviento, repitió la exhortación de san Pablo: “Estad alegres, os lo repito, estad siempre alegres.” Se trata de unirnos a la creación entera que se alegra ante la venida del Mesías.Ya la muerte no será tinieblas, será encuentro eterno con Dios, para quienes hayan cumplido su voluntad y vivido en justicia y verdad.
Jesús es el esperado desde la caída de nuestros primeros padres Adán y Eva. Su nacimiento es el mayor acontecimiento de la historia, aunque en un primer momento pasó desapercibido, nadie lo notó, salvo los humildes pastores y los protagonistas de ese magno suceso, José y María. La Virgen da a luz un niño y ese niño es Dios, el Mesías, el esperado. El Papa Francisco, como lo hicieron también sus dos inmediatos predecesores, además de pedirnos alegría, nos ha pedido una Navidad sin ruido, con moderación, sobriedad, limitada en el consumismo que enferma y entorpece y no deja ver las realidades espirituales. En Venezuela habrá un límite impuesto por las circunstancias que atravesamos, pero en el seno de la familia digamos a nuestros hijos y nietos que lo importante es crecer hacia adentro, mirar a Dios, a la Virgen y a san José. Ir hacia el conocimiento íntimo de Dios y sus misterios, uno de los cuales se vive en esta época.
Este tiempo de Navidad nos lleva igualmente, a reflexionar sobre nuestra condición humana, nos invita a reflexionar sobre el amor divino al hombre. Tanto amó Dios al hombre que entregó a Su Hijo para redimirlo del pecado, de la humillación a que fue sometido por su desobediencia. Dios insiste en su amor y envía a su Hijo. Allí radica la grandeza de la dignidad humana. Devolvamos a Dios, sino el mismo amor que nos ha tenido, todo el amor que podamos, siempre será poco, pero Dios niño lo recibirá con alegría y nos devolverá más de lo que le demos.
Felices Pascuas de Navidad para Venezuela. Que la venida del Niño Dios nos abra a los hermanos, sin diferencias de raza, religión e ideología política y reine la paz y launión. Me despido hasta el miércoles 14 de enero. A El Impulso, que ha sido inmensamente generoso conmigo, le deseo felicidad y muchos años más de fructífera existencia y le agradezco que a pesar de las dificultades,me ofrezca la oportunidad de hablar con quienes leen estas líneas. Felicidades.