El doctor gineco-obstetra Carlos Rodríguez, quien fue el especialista encargado de este caso, comentó sobre este proceso que comenzó con la fertilización in vitro o asistida.
“Se trata de una señora de 36 años que tenía una infertilidad primaria. Se había hecho múltiples tratamientos. Hubo que sellarle una trompa y utilizamos lo que es la fertilización in vitro”, explicó el doctor Carlos Rodríguez.
“Al principio eran cuatro los bebés, pero uno murió hace quince días, por lo que se decidió adelantar la cesárea. Los pequeños tenían 32 semanas. Cuando nos percatamos que uno de los fetos había muerto, procuramos asistir a la madre tres veces por semana, para atenderla y tomar todas las previsiones en este caso”, destacó el especialista.
La paciente tenía problemas metabólicos, de presión alta y de sobrepeso.
Aplicaron los exámenes correspondientes para atenderla. Las revisiones de rigor se realizaron oportunamente para descartar infecciones. Todos los resultados fueron negativos, para tranquilidad de los grupos médico y familiar.
Los niños se encuentran estables. Nacieron dos varones y una hembra.
Por ser un poco prematuros “tuvieron una dificultad respiratoria. Cuando nacen a temprana edad el sufaltante es insuficiente, pero se encuentran estables”.
La hembra pesó un kilo seiscientos. Uno de los varones pesó un kilo quinientos y el otro un kilo doscientos cincuenta.
En la cesárea hubo tres intensivistas presentes.
Participaron las doctoras Isaura Jaimes, Yeli López y Cibeida Bracho.
El cirujano principal fue el doctor Carlos Rodríguez. El primer ayudante el ginecólogo José Torrealba y el segundo ayudante el doctor Pausides Escalona.
Son los primeros hijos de esta pareja e incluso los primeros nietos para un grupo de abuelos que se sintieron orgullosos con la llegada de estos tres luceros.