Para el técnico de Real Madrid Carlo Ancelotti, ganar la Copa Mundial de Clubes sería el broche de oro para «un año inolvidable» del campeón de Europa.
Real Madrid debutará en la competencia el martes ante el Cruz Azul mexicano.
«Todos los equipos son campeones y una victoria cerraría un año inolvidable», dijo Ancelotti el lunes en una conferencia de prensa. «Llegamos al torneo con mucho entusiasmo».
Luego de que un fuerte aguacero inundó la cancha de Rabat, la FIFA decidió hacer jugar el partido en Marrakech, donde se disputarán todos los encuentros restantes.
A Ancelotti le cayó bien el cambio de sede, aunque dijo que no lo pidió.
«Es bueno porque es una semifinal de una competencia mundial y tiene que ser jugada en césped. Será una cancha buena para un buen partido», afirmó.
El técnico dijo que el colombiano James Rodríguez y el alemán Sami Khedira están descartados para el duelo del martes por los problemas físicos que arrastran, pero aseguró que «estarán disponibles para el próximo encuentro», que sería por la final o por el tercer puesto, en ambos casos el sábado.
Cruz Azul, campeón de la CONCACAF que eliminó 3-1 al Sydney Wanderers australiano en su debut, será un rival duro, según Ancelotti.
«Son un equipo de calidad con jugadores experimentados que han actuado en España y conocen nuestro estilo», manifestó. «Es una semifinal y todos los equipos son peligrosos a este nivel. Será un duelo intenso».
«Puede que tengamos una calidad superior» a la de los demás equipos del torneo, dijo el estratega. «Pero los partidos hay que jugarlos y todos los que están aquí se merecen jugar este torneo».
Ancelotti no dijo quién será el arquero, si Iker Casillas o el costarricense Keylor Navas.
Navas está atajando en los partidos de la liga española y Casillas en la Liga de Campeones.
En la otra semifinal el campeón sudamericano San Lorenzo de Argentina enfrenta el miércoles al campeón de Oceanía Auckland City.