Los Yanquis están negociando un contrato de cuatro años y 52 millones de dólares con Chase Headley, según una fuente del club, en lo que podría ser un indicio de que no esperan que Alex Rodríguez defienda regularmente la tercera base.
El informante habló a condición de no ser identificado porque todavía no se ha llegado a un acuerdo.
La presencia de Headley, por otro lado, despejaría el camino para que el venezolano Martín Prado juegue en segunda.
Rodríguez tiene 39 años y viene de un año de inactividad como consecuencia de una suspensión por haber violado las normas sobre consumo de sustancias prohibidas. Los Yanquis le adeudan 61 millones de dólares de los tres últimos años de su contrato a diez años por 275 millones de dólares.
La permanencia de Headley parece un signo de que los Yanquis piensan usar a Rodríguez como bateador designado, haciéndolo jugar en tercera solo en caso de necesidad, o buscar incluso una trasferencia.
El gerente general del equipo Brian Cashman dijo el mes pasado que «si retengo o traigo a un tercera base, ese sería el tercera base» del equipo.
Rodríguez no juega una temporada completa desde el 2007 como consecuencia de lesiones, operaciones en ambas caderas y la suspensión. Ganador tres veces del premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, el dominicano cumplirá 40 años el 27 de julio.
El toletero admitió en el 2009 que consumió sustancias prohibidas del 2001 al 2003, cuando jugaba con Texas, pero negó haberlo hecho siendo yanqui. Posteriormente, luego de recibir inmunidad de los fiscales, admitió haber usado sustancias prohibidas entre fines del 2010 y octubre del 2012, las cuales fueron suministradas por Anthony Bosch, según documentos de la Administración de Control de Drogas. Bosch era el propietario de Biogenesis of America, una clínica de Coral Gables, Florida.
Headley quedó quinto en la votación para el Más Valioso del 2012 luego de batear de 286 con 31 jonrones y 115 empujadas con San Diego. Además ganó el Guante de Oro a los tercera base.
Al año siguiente su rendimiento mermó. Bateó de 250 con 13 cuadrangulares y 50 impulsadas y estaba bateando de 229 cuando los Padres lo enviaron a los Yanquis el 22 de julio a cambio del infielder novato venezolano Yangervis Solarte y el pitcher de ligas menores Rafael de Paula. Había estado jugando con una hernia de disco y empezó a batear mejor cuando se le dio una inyección epidural el 20 de junio.
Con los Yanquis bateó de 262 con seis jonrones y 17 impulsadas en 191 turnos al bate.