Larry Antonio Agüero, de 38 años de edad, se dirigía a su vivienda cuando fue ultimado de un tiro en la región toráxica posterior.
El cuerpo cayó entre la acera y el estacionamiento de la Casa del Contraenchapado, ubicada en la avenida Intercomunal tramo Cují-Tamaca.
“Nadie vio nada”, expresó una vecina afligida por el suceso, pese a que aun no había oscurecido.
El suceso se registró este jueves, a las 6:30 de la tarde aproximadamente.
Larry vivía con una tía y dos hermanos, en la calle El Rosal, a pocos pasos del sitio de su asesinato. Trabajaba en un remate de caballos los fines de semana en la misma zona de residencia.
A un funcionario del CICPC, se le escuchó decir: “lo mataron de un solo tiro por la espalda”.
Un familiar de Larry contó visiblemente conmovido, que “era un hombre trabajador. No era un delincuente y quien quiera puede preguntar en el barrio, en donde no había quien no lo quisiera”.
Durante las pesquisas, los investigadores preguntaron “quién anda en la zona delinquiendo”, al tiempo que le respondieron: “Por aquí hay más malandros que en Uribana, y lo peor es que la policía los conoce bien”.