Siempre se lo recuerda por su trabajo de hormiga realizado por largos años en el campo de la investigación gastronómica larense, sustentado por demás en su formación de historiador egresado de la ULA y sus numerosos libros, ensayos o conferencias que dan fe de su rigurosidad y tesón de investigador acucioso, que no deja por fuera nada que le pueda guiaren busca de los campos del sabor unido al saber del “qué”, “cómo” , “dónde” y “por qué” comemos determinados alimentos y sus combinaciones en esta tierra de viento y sol.
Su risa espontánea y contagiosa le acompaña siempre, incluso cuando se mete muy en serio en cualquier tema y habla pausadamente como quien lee desde la memoria.Siempre dispuesto a conversar sobre lo alto y lo bajo, lo sagrado y lo profano, lo seguro y lo incierto,puede relacionar de manera armoniosa elementos aparentemente contradictorios, dándonos la oportunidad de saborear también su lenguaje cuidado y preciso, desgranado como si estuviera siguiendo un riguroso esquema organizativo,incluso en la intervención espontánea sobre la comida celebrada en el calor de la familia y de la amistad.Se dice que posee el don de la ubicuidad por haberlo visto a la misma hora en bibliotecas y campos, cocinas citadinas y campesinas; en su casa y en las de los amigos.
Ya muchos sabrán que me refiero a Juan Alonso Molina Morales, quien fuera llamado con nombre de caballero de capa y espada, por Don Juan y Doña Teresa, quienes también le entregaron desde la niñez las alegrías de la buena mesa. Nuestro investigador ha recibido y no por azar, la mención Tenedor de Oro 2014, otorgada por la Academia Venezolana de Gastronomía, por su labor de investigación gastronómica, especialmente la larense. Asunto que no sólo llena de orgullo a quien lo recibe, sino a todos los que hemos sido destinatarios de su pasión por el saber y sabor de los fogones y de la palabra. Y hemos vivido el placer de leer su prosa grata y erudita.
Tal premio viene siendo otorgado por la AVEG desde hace 10 años a toda persona natural o jurídica destacada por su talento en artes, profesiones, apreciación del comer y beber, que no solo comprende chefs, restaurantes, artesanos, empresarios, enólogos, sino a los educadores e investigadores. El Jurado de las 4menciones es el Consejo Directivo de la Academia, que toma en cuenta postulaciones presentadas al inicio del segundo semestre del año y lo otorga por mayoría absoluta.
Lara a pedir de Boca, Lara de Mesa y Mantel, Santo y Seña de Lara, Plaza´s: la forja de un sueño, Culinaria Larense –recopilación de la obra de valor gastronómico de Michelena Fortoul-,y Vida y Milagros de una casa solariega, son algunos de sus libros que entregan no solo investigaciones al alcance de todos, sino recetas propias con incorporación de nuevos ingredientes y combinaciones, como aporte al recetario regional. Asunto muy importante en estos tiempos de confusiones a la hora de valorar aportes y patrimonios culturales como es el caso de la gastronomía, que nos ayuden a vernos con el respeto y amor que nos merecemos.