Venezuela debe emprender reformas para mejorar sus condiciones carcelarias y enfrentar la violencia de sus prisiones, pidió este lunes la organización Human Rights Watch, luego de la muerte la semana pasada de 35 reclusos.
«Miles de internos han muerto en las prisiones venezolanas en los últimos años, incluyendo decenas de ellos en la cárcel de Uribana desde 2013», dijo el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, citado en un comunicado.
«¿Cuántos más deberán morir para que el gobierno de Venezuela aborde de manera efectiva la crisis de su sistema penitenciario?», resaltó.
Reclusos del penal de Uribana, en el estado Lara, realizaban la semana pasada una huelga de hambre cuando un grupo de ellos irrumpió violentamente en la enfermería y «asaltaron la farmacia procediendo a ingerir múltiples fármacos», según el Ministerio de Servicios Penitenciarios.
Venezuela debe impulsar investigaciones «oportunas, exhaustivas e imparciales» para esclarecer estas muertes, y a la vez abordar las denuncias del Comité contra la Tortura de la ONU sobre las condiciones de detención en el país, señaló HRW.
En un informe difundido la semana pasada, el comité de Naciones Unidas denunció la «tragedia» del sistema penitenciario venezolano, plagado de cárceles hacinadas y violentas donde las armas «circulan casi libremente». Según Vivanco, Venezuela debería aceptar la solicitud del Relator Especial contra la Tortura de la ONU de visitar el país, y otorgarle «acceso pleno» para llevar a cabo una «investigación independiente».
«La impunidad de las violaciones de los derechos humanos de los presos es la regla en Venezuela», afirmó HRW.