Terry Doyle le dejó adelantado el regalo de navidad a Cardenales de Lara. En su última salida con la novena crepuscular -se marcha por cansancio- trabajó seis entradas en blanco, con apenas tres hits aceptados y seis ponches recetados, para encaminar la victoria por blanqueo 7-0 sobre los Tiburones de La Guaira en el Universitario de Caracas y dejarlo en zona de clasificación, toda vez que iguala a Leones del Caracas en el quinto lugar de la tabla.

Doyle estuvo soberbio. Tres de sus seis episodios los retiró por la vía rápida, mientras que hizo valer su categoría en el segundo acto, cuando tuvo situación de dos en bases y un out, pero salió del aprieto poniendo out a los dos últimos bateadores. Nadie le conectó con contundencia, tanto así que todos los cohetes recibidos fueron sencillos.

Sin duda, su mejor salida de la temporada y justo cuando más se necesitaba. El valor agregado en esta ocasión es que finalmente recibió respaldo de la toletería crepuscular. Se había repetido la historia de que lanzaba bien, pero no le apoyaban, pero esta vez el ataque cardenalero fue contundente y marcó seis anotaciones, antes de que fuese reemplazado por el piloto Félix Fermín.

Adiós a lo grande de Doyle, un lanzador a quien se extrañará por Barquisimeto en la etapa final del campeonato. Su enorme trabajo fue complementado por el gran relevo de César Jiménez (dos episodios) y Mike Broadway (responsable de sacar el noveno con algunos problemas).

Otra demostración valiosa del pitcheo abridor larense. Son ya 22 aperturas de calidad -cinco o más innings- en los últimos 24 intentos y 12 de manera corrida.

No menos importante fue la actuación explosiva en ataque. Otra vez un juego de diez o más hits (12), pero -más importante- conexiones claves con gente en circulación. La combinación de los César (Izturis y Hernández) cargó con el peso de la ofensiva, porque entre los dos remolcaron cuatro de las seis anotaciones larenses, frente a un club guaireño que, además, jugó mala pelota y se perjudicó a sí mismo con tres marfiladas.
Tres carreras en el segundo y otras tres en el quinto sirvieron para meter en el congelador el compromiso, sin olvidar que se redondeó la cuenta con una en el séptimo.

Ventaja tempranera

Mientras Doyle daba luces de lo que sería su trabajo, la toletería de los pájaros rojos se aprovechó de un tambaleante Ethan Martin para hacerle tres en el segundo y tomar la ventaja (3-0) en los albores del desafío. Todo comenzó con un petardo de Brian Hernández y boleto negociado por Gabriel Lino. Vino entonces César Hernández con un hit a la derecha que fletó a su tocayo, mientras que Lino se impulsó hasta la registradora por el error del jardinero René Reyes. Después Izturis despachó cohete a la derecha para traer desde segunda a César Hernández.
Arlett Mavare, relevista que sustituyó al abridor Martin, detuvo momentáneamente a la toletería de los alados larenses, pero el ataque volvió a la carga en el quinto y frente a los envíos de Mike Nesseth, a quien le anotaron otras tres.

Fue Noriega, con sencillo al centro, quien inició la emboscada, a lo que siguió Brian Hernández con boleto. Al plato llegó el careta Lino y, oportuno una vez más, largó un imparable por el medio del campo que colocó el 4-0 en las piernas de Noriega, tras lo cual César Hernández lo emuló con trueno por el mismo sector para engomar al otro Hernández. Historia repetida, como en el segundo acto, Izturis fue el encargado de poner la guinda al pastel con su doblete que fletó a Hernández y puso las cosas en un contundente 6-0.

El movimiento no acabó allí, porque en el séptimo Lara hizo otra para cerrar su cuenta, anotada por Lino y luego de dos errores.