El canciller de brasileño Luiz Alberto Figueiredo condenó el miércoles una visita de un ministro venezolano en la que se firmó un acuerdo con un movimiento rural sin avisar al gobierno anfitrión.
Figueiredo sostuvo que Brasil exigió en duros términos una explicación a Venezuela y que existe descontento ya que el viaje del ministro del Poder Popular para las Comunas y Movimientos Sociales, Elías Jaua, fue sin notificación.
«Hicimos lo que teníamos que hacer. No nos quedamos de brazos cruzados. No creemos que es normal (la visita)», dijo Figueiredo al rendir testimonio ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados. «En términos diplomáticos, fue una medida bastante fuerte de manifestación de sorpresa considerando el hecho de que Brasil y Venezuela tienen excelentes relaciones», agregó.
El canciller brasileño agregó que también expresó su rechazo a su homólogo venezolano Rafael Ramírez, tras hablar con el encargado de negocios de Venezuela en Brasil por estar ausente el embajador. Les expresó que «lo ocurrido podría ser visto e interpretado como una injerencia en los asuntos internos».
El funcionario de Brasil dijo no tener más información respecto del viaje.
Aunque la ley no dicta que los ministros tienen que notificar al gobierno anfitrión las visitas al país, se considera un gesto diplomático. El gobierno de Brasil pensaba que el viaje de Jaua sería de carácter privado por cuestiones de salud de su familia, dijo Figueiredo.
Jaua fue vicepresidente y ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela. A fines de octubre llegó a Brasil donde firmó un convenio para ayudar a formar comuneros entre los miembros del Movimiento Sin Tierra que defiende la reforma agraria en el país. También se reunió con laboratorios médicos para hablar sobre la exportación de medicinas a Venezuela para atender la crisis de desabastecimiento que sufre su país.
En la audiencia del miércoles, el canciller brasileño dijo que el acuerdo firmado no tiene validez oficial para el gobierno ya que fue suscrito con una organización no gubernamental.
«Para el Ministerio de Relaciones Exteriores no existe como un acuerdo y usar el nombre de acuerdo es algo que lleva a un engaño», resaltó Figueiredo. En un comunicado, Venezuela se refirió al convenio como acuerdo.
Mientras en Brasil el viaje causó descontento, en Venezuela provocó indignación entre la oposición que consideró que la visita era personal pese a que Jaua viajó en un avión del gobierno.
El ministro venezolano explicó en una carta que cumplía una agenda de trabajo en Brasil y que la esposa había enfermado casi después de arribar en Sao Paulo.