La Dirección de Abastecimiento y Mercado de Iribarren, continúa fiscalizando a los trabajadores por cuenta propia que realizan actividades a título oneroso en el centro de Barquisimeto, afectando el libre desenvolvimiento del tránsito vehicular, perjudicando la fluidez peatonal e interponiéndose a establecimientos comerciales, jurídicamente constituidos, que en atención a la ordenanza local están en la obligación de cancelar impuestos al Municipio, pero quedan en desventaja frente a estas personas que no cumplen con ninguna normativa y de paso se instalan a las puertas de sus negocios a ofrecer su mercado.
Pese a este deber de inspección de las autoridades de Iribarren para poner orden, no se puede ocultar como consecuencia de estas ventas callejeras la insalubridad que se observa en importantes tramos del bulevar de la 20, en la carrera 21 y en casi todas las transversales que van desde la calle 26 hasta la avenida Rómulo Gallegos (la 42).
Basura, olores a orina y a fritanga es el miserable aspecto que a diario se refleja en el centro de la capital del estado Lara, imagen que queda grabada como deplorable recuerdo en quienes visitan esta zona.
A este carnaval anárquico se le suma otro elemento: la presencia de personas dementes, prácticamente mostrando sus partes íntimas en plena ciudad y a la luz del día, muchas veces con actitudes violentas hacia los transeúntes, sin que haya voluntad de alguna organización de recogerlos para someterlos a una atención integral, que incluya tratamiento psiquiátrico y alojamiento en una institución encargada de rehabilitarlos con posibilidades de reinsertarlos a la sociedad.
No obstante, este martes, funcionarios de la Dirección de Abastecimiento y Mercado de Iribarren, en su empeño por humanizar a Barquisimeto, volvieron a la calle y conversaron con vendedores informales alrededor del centro comercial Cosmos, a quienes recordaron respetar los espacios establecidos y que su permanencia en el lugar será hasta el 31 de diciembre.
Se conoció que sólo quedaron autorizados para el desarrollo de actividades económicas dieciséis con discapacidad, dedicadas a vender frutas, correas de cuero y arreglo celulares, entre otros.
Los funcionarios trabajan también para frenar la incorporación de más buhoneros que por esta época llegan en tumultos para invadir el centro.
Hasta los momentos ningún informal está carnetizado y desde la Alcaldía se aplica la ordenanza que les prohíbe ocupar lugares públicos que no le corresponden.