Desde siempre, el rostro ha sido la mejor carta de presentación de las personas, pues es este el que influye, en gran parte, en la formación de las primeras impresiones. Lamentablemente, la piel de esta zona del cuerpo suele ser la que está más expuesta y por ende, es más vulnerable a sufrir diferentes estragos.
Aunque muchos estudios revelan que las principales causas de envejecimiento cutáneo están asociadas a factores como los rayos ultravioleta, acné y el paso del tiempo, existen hábitos que las personas suelen hacer sin darse cuentan que le restan años a su piel. Algunos de ellos son:
1.- No usar protector solar: los rayos ultravioletas generan a largo plazo, arrugas, manchas, etc. Además, favorecen la aparición de cáncer de piel.
2.- No tomar la cantidad de agua necesaria: El agua ayuda a limpiar el organismo y libera la piel de todas las toxinas que favorecen el envejecimiento y la aparición de imperfecciones, por eso es recomendable tomar mínimo 2 litros de agua al día.
3.- Dormir poco: Por las noches las células de la piel se regeneran y a mayor tiempo de descanso, mejor será la apariencia de la piel. Se recomienda dormir un mínimo de 8 horas.
4.- Mala alimentación: una alimentación poco saludable reduce las cantidades de nutrientes que van a las células, afectando su buen funcionamiento. Consumir alimentos ricos en vitaminas favorece la producción de colágeno.
5.- Abusar del alcohol, cafeína y cigarro: El consumo continuo de alcohol repercute negativamente sobre la vitamina A, favoreciendo la pérdida de flexibilidad de la piel, la aparición de arrugas, líneas finas y piel muerta. Por otra parte, la aparición de las arrugas se da por el contacto directo de humo de los cigarrillos, lo que reduce los niveles de humedad.
6.- No cumplir con el cuidado diario de la piel: es importante aplicar crema hidratante, lavar la cara por lo menos dos veces al día (en la mañana y en la noche) y retirar el maquillaje durante la noche. Si no se limpia la cara, los poros se llenarán de toxinas, polvo, bacterias y maquillaje, lo que promueve el surgimiento de imperfecciones y el envejecimiento prematuro.
7.- Estrés: El desequilibrio emocional y exceso de tensión mental acaban somatizándose y provocan alteraciones fisiológicas o metabólicas.
8.- No acudir a un médico especialista: cada piel es diferente, por ello es importante buscar orientación sobre cómo cuidarla adecuadamente. Acudir a un especialista permite evaluar el estado del cutis y actuar efectivamente.
“Para evitar el envejecimiento y mantener una piel saludable, se recomienda utilizar protector solar a diario, aumentar el consumo de Omega 3, vitamina A, C y E (pescado, pollo, frutas cítricas, etc.), utilizar cremas hidratantes y mascarillas y exfoliar la piel de vez en cuando”, afirma la Dra. Eva de Abreu, médico cirujano, especialista en medicina estética de Energía Vital Activa.
Sin embargo, si el daño está hecho existen otras formas efectivas y no invasivas de revertir y prevenir el envejecimiento.