Wilfredo Peña y Adiel Ubarne, pastores de la Iglesia Presbiteriana, ubicada en la avenida Carabobo con calle 31, rechazan el «punto rojo» instalado frente al templo a propósito de la campaña presidencial a favor del candidato del Gobierno.
Como un «abuso» y «falta de respeto» califican la acción de un grupo de simpatizantes del oficialismo y quienes forman parte de la junta interventora del desaparecido Colegio Presbiteriano.
El pasado viernes en la mañana, llevaron a cabo un operativo de Pdval en las instalaciones del recinto religioso, pero además entregaron folletos y colocaron sonidos estruendosos con consignas acerca del Presidente.
Gran perturbación sienten las personas que se congregan allí semanalmente para dar culto a Dios, ante la presencia de los adeptos del partido oficial.
«Es un lugar sagrado, por lo tanto, rechazamos el proselitismo que realizan ahí. El servicio dominical pudiera verse afectado si continúan con la propaganda política frente a nuestras instalaciones. Exhortamos a la comunidad en general, a los consejos comunales, para que sean partícipes del respeto al templo, pese a las diferencias personales, políticas o maneras de pensar», sostuvo el pastor Wilfredo Peña.
Entre tanto, el pastor Adiel Ubarne resaltó que desde hace muchos años la Iglesia apoya las actividades organizadas por el vecindario. Han facilitado las instalaciones para jornadas médicas, de alimentación, entre otras, sólo que sin politizar ninguno de los eventos, «ni mucho menos permitiendo propagandas electorales en detrimento de nuestro templo».
Con respecto a la deuda que mantienen con el personal, debido al cierre del colegio, señalaron que han puesto a la venta una parte del terreno de la iglesia a fin de pagar con ese dinero los compromisos laborales pendientes para 36 personas.
«Si mantienen el punto rojo, corremos el riesgo de perder a los posibles compradores del terreno y, por ende, postergan la solvencia económica que tanto anhelan», finalizaron.