El Hospital Luis Gómez López de Barquisimeto hace esfuerzos por atender a la colectividad, a pesar de las carencias y tras recuperarse del último aguacero que inundó el área de quirófanos.
La doctora Alecia Nass, directora de este centro asistencial, aseguró que luego de este hecho reprogramaron las tres cirugías urológicas suspendidas, y han trabajado con normalidad.
Sin embargo, recordó que cuentan con un sólo pabellón operativo y dos camas de recuperación, por lo que el número de intervenciones quirúrgicas varía cada semana.
“Si son cirugías pequeñas podemos hacer ocho al día, pero se trata de algo complejo, el máximo es cuatro, a veces hasta dos porque la recuperación tarda más horas”, explicó la doctora.
A fin de superar esta situación, se inició la demolición del espacio donde iniciarán la construcción de nuevas áreas para dos pabellones, sala de recuperación y de esterilización.
La directora del hospital espera que para finales del 2015, la obra esté adelantada. Sin embargo, “todo va a depender de los materiales de construcción; casi no se consiguen y se retrasan los proyectos”, dijo.
Destacó además que la Corporación de Desarrollo Jacinto Lara (Corpolara), tomó las obras de remodelación de lavandería y cocina, que se encuentran en un 95% completadas.
“El Comandante Reyes dijo que pronto reactivaría los trabajos (…) en días pasados también vino una comisión de Corpolara para evaluar el cuarto de camareras, que esperamos pueda ser remodelado en el 2015, al igual que los baños públicos que necesitan reparaciones”, destacó Alecia Nass.
También sufren la escasez
El Hospital Luis Gómez López, una institución especializada en pacientes oncológicos, atiende diversas patologías.
La directora del centro de salud explicó que, en primer lugar, reciben pacientes con cáncer de mama. La lista en cuanto a porcentaje sigue con cirugías pulmonares, urológicas, ginecológicas y, en quinto lugar, digestivas.
Por tratar de un hospital con capacidad para 200 pacientes, lamentó la escasez de insumos médicos que se vive en el país.
“No tenemos yelcos ni compresas, nos faltan sistemas de drenaje para cirugías de tórax, abdominales y tiroides (…) no se están cotizando porque los proveedores no tienen inventario. A veces le pedimos a los familiares de los pacientes que busquen estas herramientas, pero para ellos es igual de difícil encontrarlos”, explicó la profesional de la medicina que lamenta las adversidades a las que se enfrentan para salvar vidas.