La Circunvalación Norte es, probablemente, una de las arterias viales más transitadas de Barquisimeto, en especial por vehículos de carga de paso hacia el Centro u Occidente del país.
A pesar de su importancia, sus usuarios, frecuentes o esporádicos, sienten que no recibe el necesario mantenimiento para utilizarla con seguridad.
Para comenzar, sobre todo en horas de la noche, el patrullaje es más que deficiente y pobre del viajero, cuyo vehículo se le accidente pues queda a merced de los delincuentes que surgen como hormigas de algunas de las barriadas inmediatas.
En varias ocasiones los reporteros de sucesos han tenido que cubrir casos de personas asesinadas al quedar accidentadas en horas nocturnas sin recibir protección por parte de autoridad alguna.
“Aquí el que se accidente en la noche lo más seguro es que lo atracan y tiene suerte si queda con vida después de la incursión hamponil”, dijo un conductor.
Por otra parte, luego de muchas quejas se procedió a la remoción de la deteriorada capa asfáltica de rodamiento, aunque en algunos tramos aún no se ha cumplido con el necesario rayado.
Igualmente, existen tramos a oscuras por falta de reposición de las lámparas quemadas.
Pero en el distribuidor San Francisco, quienes se dirigen hacia el norte son soprendidos por una boca de visita sin tapa desde hace tiempo, pese a que a pocos metros está un punto de control policial.
Varios vehículos han caido en el hueco sufriendo daños considerables, afortunadamente sin víctimas personales, aunque desde Hidrolara se niegan a cubrirlo, a menos que esperen un muerto para hacerlo.
