Tras cambios de simplificación en la normativa para la importación de vehículos para personas o empresas sin fines comerciales, la ciudadanía aún evalúa esta alternativa por ser poco atractiva, debido a las implicaciones legales que podría representar.
Es el caso de Ana María Vidal, quien a pesar de la simplificación del trámite buscó asesoría con especialistas en la compra y venta de vehículos, quienes le comentaron que el proceso era engorroso, además de riesgoso. Le sigue resultando compleja la importación.
Así también lo estimaron comerciantes de vehículos usados como Carlos Hernández, para quien la importación de vehículos es una “ruleta de la suerte”.
Teme que en el proceso de nacionalización funcionarios de aduana y otras dependencias “se enamoren” del vehículo y no lo entreguen o cobren la famosa “vacuna”, para supuestamente acelerar la entrega.
En su opinión resulta riesgoso introducir a Venezuela un vehículo nuevo, de miles de dólares, debido a los altos índices delictivos; posición que comparten Anderson Regalado y Roberto Maldonado, también comerciantes, quienes consideran que de iniciar un proceso de importación de este tipo podrían proliferar los secuestros a propietarios y robo de los vehículos último modelo.
A esto le suman la escasa oferta de repuestos para vehículos. Cuestionan que si se comienzan a importar vehículos de esta manera, posteriormente deberán importar las piezas y autopartes, ya que el mercado tampoco brinda un amplio stock de repuestos.
Para Maldonado la real situación ante la problemática automotriz habría sido otorgar las licencias requeridas a las marcas ensambladoras en Venezuela y concesionarios, a fin de aumentar la oferta y disminuir la demanda, normalizar el mercado y permitir que las personas compren a moneda nacional el vehículo que deseen.
Sólo beneficia a unos pocos
Las personas consultadas coincidieron en comentar que esta medida sólo beneficia a un pequeño sector de la población, puesto que no todos los venezolanos cuentan con una cantidad de dinero en dólares, suficiente, como para importar un vehículo nuevo.
Agregaron que quienes tienen miles de dólares en una cuenta extranjera, son personas de alto poder adquisitivo, que de seguro no requieren de una unidad vehicular, lo que convertiría esto en la importación de lujo.
No asesoran a las personas
Gerentes y encargados de concesionarios de vehículos nuevos o usados, negaron que estén prestando asesoría a personas naturales para la importación de vehículos.
Señalaron que no es su actividad comercial, que les resulta poco rentable y que podría acarrear consecuencias legales, puesto que ellos no conocerían la procedencia del monto en dólares.