Cansados de esperar la retribución económica de su cosecha, los productores de caña de azúcar emprendieron este viernes una protesta frente al Central Río Turbio para reclamar la cancelación del 60% que les corresponde por el azúcar molida.
Desde tempranas horas de la mañana, los trabajadores del campo iniciaron una reunión para acordar acciones concretas que les permita lograr un entendimiento con las autoridades del central azucarero, en aras de mejorar sus márgenes de rentabilidad.
Antes de iniciar la protesta compartieron sus puntos de vista ante una problemática que los hunde en la miseria.
Así explicaron la mayoría de los presentes su situación económica en los últimos años. “Nosotros arrimamos nuestra caña en el mes de febrero al central Río Turbio. Ya han pasado cinco meses y no se ha cumplido el compromiso de pago del dinero que nos corresponde por esforzarnos en el campo y garantizar la caña de azúcar”, dijo el productor Fernando Torrealba en representación de los afectados por el estado Yaracuy.
Explicó que hasta el momento nadie ha ofrecido una explicación sobre los motivos por los cuales no se efectuaron los pagos en los tiempos previstos. “Lo último que supimos es que nos pagarían dentro de un mes y de forma fraccionada. Eso es inaceptable, nosotros tenemos compromisos económicos que enfrentar”.
Por convenio, el Central Azucarero obtiene el 40% de las ganancias por la venta del azúcar, mientras que los productores reciben el otro 60%. “Exigimos que se nos pague lo que corresponde, los intereses por la demora y la melaza en un solo lote. No es posible que no manejemos información sobre el destino del azúcar que aquí se produce. De forma extraoficial hemos sabido que esa azúcar ya está vendida, y en este momento el central está refinando otra azúcar adquirida”.
Explicó Torrealba que la planta moledora le ha pagado a algunos cañicultores mediante la entrega de insumos para trabajar sus tierras. “No podemos seguir cobrando a cuenta gotas. Merecemos un pago inmediato”.
Entre lo dulce y lo amargo
Trabajar la tierra representa para los cañicultores mucho más que un compromiso económico. Implica esfuerzo, dedicación, y paciencia para recibir los beneficios de esta actividad.
“Durante la zafra 2011-2012 se arrimaron 450 mil toneladas de caña de azúcar. ¿Para dónde se fue toda esa cantidad de azúcar? ¿Dónde está el dinero obtenido por la comercialización? ¿Por qué tenemos que esperar tantos meses para recuperar el dinero de nuestra inversión?”, cuestionó el productor Fernando Torrealba.
Las consecuencias del retraso en el pago son bastante delicadas. Durante la presencia del equipo periodístico de EL IMPULSO, buena parte de los productores expresaron su preocupación ante los problemas económicos que enfrentan.
Incluso, algunos no cuentan con el dinero suficiente que les permita cortar la caña de azúcar que mantienen en sus tierras.
Los productores señalan que en el Central Río Turbio se les cancela cada tonelada de caña en 3.060 bolívares, mientras que en el Central Portuguesa se cancela a 3.500. “Estamos perdiendo 400 bolívares por cada tonelada de caña. No podemos permitir que esta situación continúe. ¿Acaso nuestro esfuerzo no vale?”, reclamaban a las puertas de la industria.
Destacaron los afectados que ninguna autoridad del central se ha abocado a ofrecer respuestas oportunas a sus demandas, situación que los ha dejado en completa incertidumbre.
“Hacemos un llamado a quienes toman decisiones a que nos den una respuesta sobre el pago de las deudas. Queremos que se nos cancele la caña que arrimamos en los lapsos establecidos y de una sola vez”.
Entre los sectores que se hicieron presentes durante la protesta se encontraban Urachiche, Sabana de Parra, Yaritagua, Sarare, Las Limas, Payare, Nuarito, El diamante, y El Turbio.
Los productores recordaron que no hay motivos para hablar de crisis económica en los centrales azucareros, pues todos los sectores manifestaron su agrado ante los nuevos precios del azúcar fijado por el Gobierno nacional a inicios de este año.
De acuerdo con datos aportados por la Federación de Asociaciones de Cañicultores (Fesoca), los problemas de rentabilidad mantuvieron la producción de 2011 en 5 millones 900 mil toneladas de caña. Este número representa 200 mil toneladas más que en 2010.
Con los nuevos precios del azúcar, esperaban que la cifra aumentara a 6 millones 500 mil toneladas de caña, a fin de que las importaciones se redujeran considerablemente.
El problema de la chimenea…
La operatividad del Central Río Turbio se vio fuertemente afectada a finales de 2011, por cuanto funcionarios del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral (Inpsasel), paralizaron las actividades al detectar presuntas irregularidades en el desempeño de la chimenea, y ordenaron el cese de la molienda de caña alegando riesgo para la salud de los trabajadores de la planta.
Para entonces, Inpsasel tomó muestras de las condiciones estructurales de la chimenea y las envió al decanato de Ingeniería de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Ucla), a fin de determinar si la misma podía funcionar adecuadamente.
Por asesoría de varios especialistas, se habló incluso de la construcción de un ducto para direccionar los gases hacia otra chimenea y permitir el funcionamiento de las calderas.
Adecuar las condiciones de la planta a las exigencias de Inpsasel le exigió al Central Azucarero buenas inversiones y rapidez para no afectar la molienda de unas 500 mil toneladas de caña.
En este sentido, los productores temen que el dinero que les correspondía por la caña arrimada se invirtiera en la reparación de la chimenea para la reactivación de las operaciones. “El ambiente aquí es de preocupación. Los trabajadores del campo exigimos una explicación al respecto”.
Las demandas de los productores no son sólo para el Central Turbio. Un grupo de cañicultores aprovechó la ocasión para solicitar la entrega de créditos retenidos por parte del Fondo de Desarrollo Agrario Socialista (Fondas). “Desde hace meses esperamos la última parte de un crédito que se nos aprobó. Aún faltan 25 mil bolívares que serán empleados para la siembra en los próximos meses”, expresó Héctor Torrealba proveniente de Yaracuy.
Los cañicultores que obtuvieron financiamiento ya están pagando sus cuotas sin haber recibido el monto total. “Somos del municipio José Antonio Páez, donde las circunstancias económicas no están nada favorables”, recalcó.
Al final de la tarde, la acción de calle de los productores dio el resultado esperado.
Tras horas de conversación, se estableció una reunión para este lunes con representantes del central azucarero, productores, autoridades de la Corporación Venezolana del Azúcar (CVA Azúcar) y del Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT).
Los números fueron buenos
Los niveles de productividad de caña de azúcar en el Valle del Turbio fueron bastante buenos.
Explicaron los productores que la meta se alcanzó en un 90%.
Con respecto a la dotación de insumos, el Central Azucarero Río Turbio ha sido muy eficiente.
A diferencia de otros rubros, la caña de azúcar requiere asistencia técnica específica.
Pese a los muchos esfuerzos, los productores aún sufren las consecuencias de la inseguridad jurídica.
Algunas personas que prefirieron guardar el anonimato por temor a represalias, señalaron que los bancos no están ofreciendo financiamiento ni recibiendo sus carpetas.
Esta situación se traduce en menos recursos para trabajar la tierra. “Ni siquiera en los bancos del Estado nos dan créditos por la inestabilidad del sector. Por otra parte, si nos pagan con retrasos tampoco tenemos cómo honrar todos nuestros compromisos”.
Fotos: Daniel Arrieta/ Juan Diego Vílchez
