Luego de diligencia efectuada por los historiadores Jorge Duarte y José E Calvache López, por encargo de Reinaldo Rojas, para que investigaran y localizaran los restos del Prócer Pedro León Torres en Yacuanquer, Departamento de Nariño, Colombia, esta comisión formada por estudiosos de las guerras de independencia y académicos cumplió en alto grado su labor.
Los historiadores nariñenses constataron sobre el terreno lo siguiente: el prócer caroreño Pedro León Torres está enterrado en la cripta de la Iglesia principal del pueblo de Yacuanquer; la plaza principal de la población lleva su nombre, además con un busto erigido en su honor; la Escuela del poblado lleva el nombre del héroe.
Los especialistas en historia y catedráticos de la UPTC, Duarte y Calvache, en unión de la Academia de Historia de Nariño y la Academia Boyacense de Historia, están conscientes de la necesidad de repatriar los restos del epónimo del municipio larense para que reposen finalmente en el Altar de la Patria, en la Parroquia de Altagracia en Caracas.
Una Comisión integrada por los señalados académicos, la Asociación de Cronistas del municipio Torres; el Ateneo de Carora Guillermo Morón; Gobierno Municipal; parlamentarios regionales y nacionales en representación del estado Lara, deberán dirigirse a la Presidencia de la República, Asamblea Nacional, Dirección de Ceremonial y Acervo Histórico de la Nación, Cancillería, para exigir el inmediato traslado de las cenizas del guerrero herido mortalmente en Bomboná, al Templo sagrado de la Santísima trinidad al pie de El Ávila o Guaraira Repano; trasladar por tierra sus cenizas desde Yacuanquer en los límites con el Ecuador, recorrer gran parte de Colombia y Venezuela rindiendo honores por las localidades neogranadinas, donde el general caroreño libró sus batallas junto al Ejército Libertador capitaneado por el padre de cinco naciones Simón Bolivar.
Dentro del territorio venezolano se hará lo mismo recreando las acciones del Héroe desde la constitución de la República, Campaña Admirable; Campaña de los Llanos y Guayana; Paso de los Andes; Pantano de Vargas; Puente de Boyacá; hasta su nombramiento como jefe del Ejército de la Nueva República en los Departamentos del Sur de Colombia. Aquí en Carora deberá permanecer en capilla ardiente, para que el pueblo que lo vio nacer le rinda homenaje, de allí seguirá la caravana hacia su descanso definitivo en la Capital de la República.
Esta marcha luctuosa por los países que el ayudó a liberar, deberá ser acompañada por una intensa actividad docente en Escuelas, Liceos y Universidades, en el Municipio Torres, el Estado Lara; las Instituciones de enseñanza públicos y privados de las ciudades y poblaciones de las Entidades Federales por donde pase la cureña con sus restos mortales.
Ahora solo resta esperar que la lenta burocracia venezolana se manifieste para que el héroe regrese a su querida tierra patria, pudiéndose afirmar que las cenizas del General larense, pueden contribuir con la paz de la Nación; como ocurrió en 1842 cuando el Gobierno de Páez y Soublette encomendaron a Agustín Codazzi, trasladar los restos del más grande venezolano como fue Simón Bolívar, desde la Catedral de Santa Marta en el Caribe colombiano a la ciudad que lo vio nacer en 1783.
