¡Huyan!

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Mi amiga Laura Carvallo y yo tomamos el tren que va hasta la estación de Sabella en Barcelona, España. Frente a nosotras se sienta una pareja. Cuando nos escuchan conversar, de inmediato y casi al unísono nos preguntan si somos venezolanas. “Nosotros también”, nos dicen con la tristeza del que ha emigrado…

No sé cuántos venezolanos se habrán ido, pues obtener cifras ciertas en estos momentos es misión imposible. Pero no deja de llamar la atención que dos personas que se sienten frente a uno en un tren sean venezolanas. “Ustedes no pueden irse de regreso”, nos dijo él con angustia. Era casi un ruego.

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Nos contaron que la decisión de vender todo y venirse a España (ella tiene pasaporte de la Comunidad) la tomaron luego de varios eventos desafortunados: primero, el hijo tenía síntomas de dengue o chikungunya y cuando ella salió para llevarlo a examinar se encontró con que le habían robado la batería de su camioneta en el estacionamiento de su propio edificio… ¡sus vecinos! Ni qué decir lo que le costó conseguir otra… tuvo que conformarse con una de segunda mano.  Fue de una clínica a otra buscando que le hicieran el examen, y su angustia aumentaba a medida que la iban despachando con un “no tenemos reactivos para hacerle los exámenes”. Finalmente se lo hicieron y el resultado se lo dieron en un papel que más bien parecía un ticket de estacionamiento, por la escasez de papel.

Un par de días más tarde su hija estaba en una camioneta con unos compañeros de universidad que fue tiroteada por unos malandros, una mañana cuando llegaban a clase. Por fortuna, salió ilesa.

“¿Ustedes han visto el letrero que está cerca del (supermercado) San Lorenzo?”, nos preguntó. Es un grafiti que dice “¿Estás esperando que maten a tu hijo para reaccionar?”. Sí, lo vemos cada vez que pasamos por ahí. “Esa idea se instaló en mi mente hasta que finalmente nos vinimos. No queríamos. Pero ahora que tenemos esta paz sabemos que hicimos lo correcto”.

Cuando se bajaron del tren, él se volteó hacia nosotras y nos dijo “¡Huyan de Venezuela!”. Sus palabras helaron nuestra sangre ¿En qué se nos ha convertido nuestro país que hay tanta gente huyendo? En el DRAE está la respuesta: huir es “alejarse deprisa, por miedo o por otro motivo… para evitar un daño, disgusto o molestia”. Tristemente, una opción para muchos.
@cjaimesb

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