Ayer, sábado 25 de octubre, el centro de Barquisimeto se mostró repleto de vendedores informales ofertando a la ciudadanía productos regulados a sobreprecio. Esto a pesar del anuncio de aprobación del presidente Nicolás Maduro de Decreto contra la venta informal de productos básicos.
Griselda Linárez fue una de los comerciantes que expuso sus productos para la compra de “quienes así lo quisieran”. Aseguró que tiene más de nueve años en el lugar, vendiendo ropa infantil, pero esta mercancía ya no se vende.
Ante la necesidad por llevar el sustento a su hogar decidió sumarse a las colas y comprar a precios regulados para luego revender. No teme por el proceso de fiscalización anunciado, puesto que la Guardia Nacional ya le ha decomisado productos, es “más de lo mismo”.
Por su parte, otras dos comerciantes, que prefirieron no identificarse dijeron que tener más de 40 años en el lugar, vendiendo lo que “haya en el momento para el rebusque”.
Una de ellas dijo que años atrás vendió pañales, cuando una famosa tienda de la carrera 21 comerciaba estos por bulto, por lo que en su caso no es una actividad que recién ejerza. No la cree ilícita.
“Vendemos la cola” refirieron la mayoría de los comerciantes consultados, quienes dijeron que deben madrugar para comprar la mercancía.
Algunos buhoneros a favor
En el centro de la ciudad también se pueden encontrar comerciantes informales que apoyan la medida del presidente, porque refieren que al fiscalizar a los llamados bachaqueros, ellos también podrían ser discriminados por parte de efectivos de seguridad.
A juicio de Alvinson Túa, quien ofrece repuestos para artefactos de cocina, el bachaqueo ha generado la desaparición de artículos de primera necesidad.
Los transeúntes preocupados
Si bien es cierto que existen ciudadanos que dicen estar contra la venta informal de este tipo de productos, por prestarse a la especulación, otros alegan que “los bachaqueros nos salvan el día”.
La antes citada, fue una frase de Nelly Castillo, madre de familia soltera, quien dice que trabaja desde muy tempranas horas del día hasta las 6:00 de la tarde para llevar el sustento a su casa.
A pesar de que trabaja en pleno centro de Barquisimeto, no tiene tiempo para formarse en las largas colas en busca de los artículos desaparecidos, por tanto, se ha visto en la necesidad de comprar a los bachaqueros champú, desodorante y aceite.
En su opinión la problemática no surge porque esa persona haga la cola dos y hasta tres veces, sino porque no hay producción en el país.