El presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, «preocupado» por la situación democrática en Venezuela, recibió este miércoles en Madrid a la esposa del líder opositor venezolano preso Leopoldo López, cuya liberación consideró «necesaria», informó una portavoz.
Lilian Tintori, esposa del líder de la formación venezolana Voluntad Popular, fue recibida durante «casi una hora» en la sede del Partido Popular (PP) de Rajoy, en el centro de Madrid, en «una reunión de ámbito privado», explicó una portavoz del partido.
«El presidente se ha mostrado preocupado evidentemente por la situación allí, por cómo está la democracia en Venezuela», agregó, sin poder precisar quién solicitó el encuentro ni por qué éste no tuvo lugar en el Palacio de la Moncloa, sede del gobierno en las afueras de la capital.
Durante la reunión, Rajoy, que también es presidente del PP, «se ha interesado por la situación de Leopoldo López, encarcelado en Venezuela desde el 18 de febrero y cuya liberación inmediata acaba de ser exigida por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos», informó el partido en un breve comunicado.
El propio jefe de gobierno difundió una fotografía en su cuenta Twitter oficial con la esposa del líder opositor, junto a un mensaje en el que consideraba «necesaria su libertad».
Economista licenciado en Harvard y coordinador nacional de Voluntad Popular, ala radical de la opositora coalición Mesa de la Unidad Democrática, López, de 44 años, está encarcelado en la prisión militar de Ramo Verde tras entregarse voluntariamente el 18 de febrero.
Acusado de incitar a la violencia en las masivas protestas de principios de año contra el gobierno de Nicolás Maduro, que dejaron 43 muertos, está siendo juzgado en Caracas.
Rajoy reafirmó también «la preocupación de la Unión Europea por el juicio de Leopoldo López, así como la necesidad de respetar la libertad de expresión y el derecho de manifestarse pacíficamente en Venezuela», según el comunicado.
Tintori ya había llevado a cabo una gira europea en mayo, en la que pidió a Bruselas, Madrid y Francia que se pronunciasen contra la «violación sistemática de los derechos civiles en Venezuela».
